La región formada por el delta del río Colorado y su desembocadura en el Alto Golfo de California presenta una notable diversidad climática que ha dado origen a una variada gama de ecosistemas. La convergencia de biomas tan complejos como el Desierto de Altar, el Desierto de Mohave al norte y la cordillera californiana con sus diversas sierras de clima templado y bosques de coníferas, junto con la cercanía a los desiertos bajacalifornianos al sur, ha creado un escenario de contrastes.
Esta compleja geografía ha influido significativamente en la forma de vida de los habitantes originarios de la región. La diversidad de recursos naturales ha llevado a una adaptación necesaria, manteniéndolos en una posición que demanda una vida nómada para asegurar su subsistencia. Sin embargo, la presencia del río Colorado y los bosques de las sierras proporcionaron a estos habitantes la oportunidad de practicar una incipiente forma de agricultura.
A diferencia de los grupos californianos en otras partes de la península, que permanecieron en un estilo de vida nómada, la población de esta región pudo avanzar hacia el desarrollo de la cerámica y la práctica de la agricultura, gracias a la disponibilidad de recursos naturales más variados. A pesar de esta evolución hacia una forma más sedentaria de vida, no alcanzaron el nivel de asentamiento aldeano que caracteriza a las culturas de Oasisamérica. Un ejemplo concreto de esta transición intermedia se observa en la cultura Patayan, que estableció asentamientos en casas-foso, manifestando así una fusión entre el nomadismo y los patrones más estables de los pueblos asentados.
La compleja topografía y la diversidad climática de la región del delta del río Colorado y el Alto Golfo de California han influido de manera significativa en las formas de vida de sus habitantes originarios, marcando una transición entre la vida nómada y la incipiente sedentarización a través de la explotación estratégica de los recursos naturales disponibles.
El grupo étnico que se estableció en la región fue el de los yumanos, una familia lingüística que incluye a los quechán de Arizona, los cucapá del delta, los pai-pai, los kiliwa, cochimíes y kumiai de la sierra. La manera en que estos grupos llevaron a cabo su vida cotidiana estuvo directamente influenciada por la ubicación geográfica de su asentamiento.
Entre estos grupos, los quechán y los cucapá destacaron por su capacidad para desarrollar la agricultura. Cultivaron productos fundamentales como maíz, frijol, calabaza y chile, siendo el pinole y el tasajo de calabaza alimentos clave en su dieta. Los cucapá, en particular, se beneficiaron de su acceso a las costas del Golfo de California, lo que les proporcionó una fuente importante de recursos pesqueros. Los demás grupos también tenían acceso tanto al golfo como al Océano Pacífico, permitiéndoles obtener pescado y mariscos, los cuales eran procesados para prolongar su duración.
Entre estos grupos, los cucapá tuvieron una posición más ventajosa. Gracias a los excedentes agrícolas y pesqueros, pudieron participar activamente en redes de intercambio con otros grupos, como los recolectores kiliwa, kumiai y apaches, así como con las sociedades agrícolas de Oasisamérica, como los hopis y pimas. Además, los cucapá contaban con un producto muy valorado por las élites regionales y extranjeras: la concha de abulón.
La adaptación de los yumanos en esta región varió según su acceso a recursos como la agricultura y la pesca, y los cucapá se destacaron gracias a sus excedentes, que les brindaron la oportunidad de participar en redes de intercambio y obtener reconocimiento a través de productos codiciados como la concha de abulón.
Los cucapá y los quechán, habitantes de la confluencia de los ríos Colorado y Gila, se establecieron en aldeas o rancherías con el propósito de proteger sus campos agrícolas. Estas comunidades, que albergaban de 200 a 500 personas en su mayoría, alcanzaron su máxima concentración en la «Ranchería Grande del Rio Colorado», donde el padre Kino registró aproximadamente 1000 habitantes, marcando un asentamiento excepcionalmente grande.
De acuerdo con los testimonios coloniales, se observa la presencia de un líder denominado «cojot», quien gobernaba sobre múltiples pueblos. En 1776, este líder envió una carta de requerimiento reconociendo la sumisión al rey de España y convirtiéndose en vasallo. Sin embargo, la incertidumbre persiste sobre si este título de liderazgo puede rastrearse a tiempos precolombinos o si surgió como consecuencia de la influencia española en la región.
Los registros históricos sugieren que, durante el contacto inicial con los españoles, los yumanos del delta estaban en el proceso de formar un cacicazgo, caracterizado por una división social jerarquizada. Este sistema emergente buscaba gobernar una población estimada en 3,000 personas. Sin embargo, en el caso de las tribus nómadas de Baja California, la información es limitada, y se requiere la corroboración arqueológica para obtener una comprensión más completa de su estructura social y política en ese período.
La conformación de aldeas y el desarrollo de liderazgos como el «cojot» indican una evolución social entre los yumanos del delta al encontrarse con los españoles, aunque persisten incógnitas sobre la continuidad o la influencia directa de estas estructuras en tiempos precolombinos y la necesidad de más investigación arqueológica, especialmente en el caso de las tribus nómadas de Baja California.
A finales del siglo XVII, con la llegada del padre Kino a las riberas del río Gila, se evidenció que los grupos yumanos mantenían relaciones diversas con sus pueblos vecinos, marcadas por distintos grados de conflicto tanto entre tribus yumanas como en sus enfrentamientos con los apaches, cuyos ataques continuos suponían un desafío constante. La rivalidad entre los cucapá, quechán, cajuenches y jallicuamais era palpable, y la presencia española actuó como mediadora, contribuyendo a la búsqueda de acuerdos para alcanzar la paz.
En la región, se identificaron tres bloques de alianzas. El primero incluía a los quechán, pápagos, mohaves, apaches, cajuenches, jallicuamay y chemenets. El segundo bloque estaba conformado por los maricopa, pimas gileños y jalchedun. Por último, el grupo de los cucapá se asociaba con los kiliwa, pai-pai y kumiai. Los españoles, conscientes de la importancia de sus lazos con los quechán, buscaron utilizar estas relaciones para pacificar la región y establecer una red de caminos entre la Pimería Alta y Alta California, facilitando así el acceso al Golfo de California. Sin embargo, las diferencias entre las tribus, la presión de los colonos españoles al apoderarse de las mejores tierras y las complicaciones derivadas de conflictos geopolíticos con otras potencias hicieron que la tarea de pacificar la región resultara imposible.
Hasta el momento, las investigaciones arqueológicas han centrado sus esfuerzos en sitios correspondientes al periodo histórico, destacando trabajos significativos en la Sierra Cucapá y las dunas de Los Algodones en Baja California. En estos lugares se han descubierto yacimientos con una antigüedad que remonta al año 1000 d.C., siendo la última ubicación mencionada atribuida a los quechán. Este grupo, que habitó la región hasta finales del siglo XIX, fue deportado a Fuerte Yuma en Arizona como parte de proyectos de irrigación.
En cuanto a los kiliwa, las evidencias materiales de su presencia son más notables en la Sierra y Bahía de San Felipe. Se han identificado campamentos donde elaboraron cerámica y herramientas de obsidiana, provenientes de yacimientos locales como El Vallecito (donde se encuentran pinturas rupestres) y La Rumorosa. Vale la pena resaltar la escasa presencia de objetos foráneos, resultado de las tensiones entre bloques regionales que limitaron las redes de intercambio.
Las investigaciones arqueológicas han revelado que el desarrollo cultural yumano en la región del Delta tuvo lugar entre los años 800 y 900 d.C., un periodo notablemente tardío. Esta cronología indica una estructura social incipiente, oscilando entre el nomadismo y la vida sedentaria. Este proceso de dinamización de las sociedades indígenas del noroeste se atribuye a la influencia de culturas vecinas como Trincheras, los Hohokam y los Mogollón de la cercana Oasisamérica.
Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.
Federico Flores Pérez.
Bibliografía: Agustín Ortega Esquinca y Antonio Porcayo Michelini. Un breve acercamiento histórico y arqueológico de los Yumanos de Baja California. Delta del Río Colorado y Golfo de California, de la revista Noroeste de México no. 4.
Para más contenido histórico o para opinar del tema, visita la página de Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100064319310794
Si te gustan los artículos, leer mas de los publicados en el blog y apoyar al proyecto, vuélvete un asociado en la cuenta de Patreon: https://www.patreon.com/user?u=80095737
Únete a Arthii para conocer a mas creadores de contenido siguiendo este enlace: https://www.arthii.com?ref=antroposfera
Imagen: Balduin Möllhausen
– Izquierda: Indios mohave jugando con aro, 1860.
– Derecha: Indios mohave de la expedicion Whipple, 1853-1854.