La azarosa vida de Octavio Paz Solórzano

El famoso intelectual galardonado por el Premio Nobel de Literatura Octavio Paz estaría precedido por una larga tradición familiar que estuvo involucrada en el debate político de la primera mitad del siglo XIX. Su abuelo Irineo Paz fue un crítico de los políticos de su tiempo incluyendo a Porfirio Díaz, que ponía en duda sus actos desde su propio diario y que no dudo en apoyar los movimientos disidentes de los finales de su régimen, desde la candidatura de Bernardo Reyes y con su salida del juego se fue de lado de Madero, aunque después retornaría al rey ismo con su fallido regreso.

Pero será su hijo quien tendría una participación activa dentro de los movimientos revolucionarios, Octavio Paz Solórzano. Nacido en 1883, Octavio se había recibido como abogado en 1911 cuando decidió acompañar a Emiliano Zapata, de donde se desprenden sus crónicas que fueron publicadas en algunos periódicos. Poco tiempo después, recién casado con Josefina, se trasladaría a Ensenada donde fue designado consultor de jueces menores por el secretario de Justicia Jesús Flores Magón. Recientemente, la península acababa de pasar por una rebelión de magonistas que termino por echar a los porfiristas de la región. Sin embargo, la falta de resultados por parte de Madero provoco que se levantara un movimiento que quería la vuelta al antiguo sistema encabezado por el mayor Esteban Cantú con quien entablo amistad.

A pesar de su labor, siempre fue visto como un fuereño que amenazaba los intereses de los poderes locales. La añoranza por don Porfirio no encajaba con los ideales maderistas de Paz, lo que provoco que fuera objeto de persecuciones, hasta de una golpiza que recibió de partes de estas elites. Poco después, fue trasladado a Campeche para ejercer la misma función, de la cual regresa a la Ciudad de México cuando nace su hijo Octavio Paz Lozano en 1914. El golpe de Huerta provoco que terminara su vida como burócrata y guiado por Antonio Díaz Soto y Gama se dirigirá a Morelos para entrar de lleno en el zapatismo.

Con su pluma y su carrera, ayudaría a la causa escribiendo diversos artículos periodísticos y en la aplicación de la ley. Gracias a esto, el propio Zapata lo mandara como representante en Estados Unidos en 1916 para tratar de conseguir apoyos, pero sus esfuerzos fueron saboteados por los agentes carrancistas. Desde Los Ángeles, se dedicara a escribir artículos atacando a Carranza, esto trajo como consecuencia que no se le permitiera su regreso, cosa que intento al regresar a Ensenada, pero su amigo el coronel Cantú lo traiciona y da aviso a las autoridades carrancistas. A manera de venganza, tratara de formar una rebelión zapatista en la frontera para llevar los ideales del sur en la frontera, cosa que no fue bien vista por los antecedentes de la rebelión magonista. Todos estos esfuerzos serian frustrados por la victoria del Plan de Agua Prieta y la muerte de Carranza.

Su regreso en 1920 estuvo marcado por un interés en la vida política, integrándose al Partido Nacional Agrario de donde seria diputado. Desde su puesto, ayudara a apuntalar los principios zapatistas dentro del nuevo gobierno revolucionario logrando integrarlas en los planes de gobierno. Pero las frustraciones de su vida lo llevarían a retirarse de la política y se dedicaría a defender a los pobres como abogado en la comunidad de Santa Martha Acatitla. Víctima del alcoholismo, vería el fin de sus días bajo las vías del tren en 1936 a los 53 años. Esta ajetreada vida, marcaría un vacío en la vida de su hijo quien recinto mucho su ausencia, siendo esa paternidad el sacrificio por los ideales a los que se entregó.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura

Federico Flores Pérez

Bibliografía: Gabriel Trujillo Muñoz, Pasado en claro. La vida revolucionaria de Octavio Paz Solórzano, revista Relatos e historias en México no. 71

Imagen: Octavio Paz Solorzano, 1914

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