Las leyendas de Pancho Villa.

Una de las figuras más populares de la historia mexicana, quien al mismo tiempo tiene tanto acérrimos fanáticos como quisquillosos enemigos es sin duda la del general Francisco Villa, uno de los grandes caudillos de la revolución cuyo liderazgo llevaría a las fuerzas revolucionarias a acabar con el poder de Porfirio Diaz y Victoriano Huerta, empodero a una clase media-baja de rancheros y obreros que estaban siendo explotados por el orden porfirista y quienes serian sus principales bases para conformar sus fuerzas, pero no podría contra las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza y Álvaro Obregón y se encamina a unos años oscuros donde se dedica a atacar pueblos hasta su rendición. Por estas razones, es que uno de sus principales biógrafos, Friederich Katz, describe la existencia de tres leyendas que toman diferentes partes de la vida de Villa para darle sustento a sus posiciones: una leyenda blanca propagada por el propio Villa centrada en la justificación para su entrada en la guerra, la leyenda negra concentrada en los abusos y atrocidades cometidas tanto por el cómo por sus mandos durante la revolución, por ultimo tenemos a la leyenda épica que tiene como origen la repercusión de sus hazañas y el recuerdo dejado al nivel popular entre la sociedad quien lo inmortalizo en historias y corridos propagados por generaciones.

El origen de la leyenda blanca la tenemos a partir de la autobiografía dictada a su secretario Manuel Bauche Alcalde en 1914 cuando era gobernador provisional de Chihuahua, estas memorias serian retomadas por el escritor Martin Luis Guzmán para realizar el libro “Memorias de Pancho Villa” editado en 1938. De las convenciones tenidas por todas las versiones es que nace con el nombre de Doroteo Arango en 1878 en el Rancho de la Coyotada, Durango, una de las haciendas más grandes del estado que estaba bajo la propiedad de la familia López Negrete, de la cual sus padres, Agustín Arango y Micaela Arámbula, eran aparceros de la hacienda y tuvo otros cinco hermanos: Antonio, Hipólito, Mariana y Martina. Su padre muere cuando era joven y se vio obligado a hacerse el sostén de la familia trabajando como aparcero, pero cuando tenía dieciséis años se enfrenta al dueño de la hacienda, don Agustín López Negrete, quien ante la negativa para llevarse a una de sus hermanas corre a la familia y Arango le dispara en un pie, por lo que tiene que huir de los guardianes de la hacienda quienes tienen la orden de detenerlo, no matarlo.

Desde 1894, Arango sobrevive en la sierra como bandido, siendo perseguido por las autoridades, algunas veces lo prendieron y se escapaba de la prisión sin escatimar el tener que matar a rurales si era necesario, por lo que para tratar de escapar de la persecución se cambia el nombre por el de Francisco Villa, según esta versión, toma el apellido porque su padre le había confesado que era hijo ilegitimo de Jesús Villa, con esto y ante la dificultad de andar solo se une con los bandidos Ignacio Parra y Refugio Alvarado, ganando mucho más dinero que como trabajador. Se dice que asaltaron a un rico minero de Chihuahua al que le quitaron 50,000 pesos repartiéndose el dinero, pero según su versión en once meses se gastó su parte tanto dando una parte a su familia como repartiendo el dinero entre los pobres, por lo que regreso a su vida como bandido, pero se separa de sus socios por haber matado a un viejo por no quererles vender pan, formando una nueva banda que asaltaba en la sierra de Durango. Cansado de la vida de bandido, Villa parte rumbo a Parral, Chihuahua, para tratar de encontrar un trabajo honesto, primero como minero donde se lastima un pie y después como albañil, pero al poco tiempo retoma sus actividades delictivas robando ganado, actividad que no le genera mucho beneficio.

En algún punto de 1910, conoce a quien cambiaria el rumbo de su vida y lo orienta hacia su camino revolucionario, Abraham González, perteneciente a una de las familias de potentados chihuahuenses y quien era uno de los seguidores de Francisco I. Madero esperando entrar en la política estatal, siguiéndolo en su camino para buscar un lugar y que lo llevaría a integrarse a la rebelión. Con sus memorias, Villa siempre trato de ponerse en su papel de víctima de las circunstancias culpando al orden porfirista manifestado en Chihuahua con el poder del clan Creel-Terrazas como los culpables de que tuviese que elegir el camino de la ilegalidad, manifestando siempre su astucia para eludir a las autoridades, su compasión por los más pobres y justificando sus asesinatos como defensa propia. A lo largo del estallido de la revolución, Villa se caracterizó por su ingenio para poder derrotar a los federales gracias a sus años como bandido y al conocimiento obtenido de los caminos de la sierra, ganándose el respeto de los rebeldes y sus actos como el repartir las riquezas de la familia Terrazas hizo que empezase a nacer la leyenda épica que lo pone como el luchador de los desposeídos, llamando la atención de EU.

Por el otro lado, los inicios de la leyenda negra tienen como bases dos documentos, un informe recabado por la inteligencia estadounidense construido en 1914 y las memorias de Celia Herrera, miembro de la familia Herrera quienes fueron revolucionarios y se habían hecho enemigos de Villa, por lo que el mismo persigue y mata a muchos de ellos. En ambos documentos, Villa es descrito como un asesino a sangre fría de carácter muy voluble y capaz de cometer cualquier clase de atrocidad para con sus víctimas, dedicado al robo de ganado o al secuestro de personas donde si no obtenía lo que esperaba los despedazaba, incluso ponen que su ingreso a la revolución fue para intentar lavar sus crímenes metiéndose casi por casualidad, se dice que trató de meterse entre las fuerzas de Pascual Orozco y este lo rechaza por su fama como bandido, pero como se encontraba necesitado de gente tuvo que aceptarlo a regañadientes. Resulta muy complicado darle la veracidad a alguna de esas versiones, siendo obligatorio el tener que realizar trabajos de historia local para dar con algún dato, por lo que lo mejor para poder estudiar al villismo es conocer el entorno de Chihuahua de finales de siglo XIX para entender el entorno de Villa.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Friedich Katz. Pancho Villa, vol. 1

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Imagen: S/D. Pancho Villa.

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