Las relaciones entre los moche y el imperio Wari.

A pesar de las suposiciones sobre la existencia de una estructura centralizada en la Costa Norte, todo indica que la sociedad Moche mantuvo una división política fragmentada en diversas ciudades-estado que compartían una cultura común y tenían una compleja red de interrelaciones tanto internas como con estados fuera de su región. Esto facilitó la presencia de grandes entidades políticas como Wari. Desde la caída de Chavín y durante la formación de la cultura Moche, la Costa Norte aparentemente se mantuvo aislada de la dinámica de los estados andinos, lo que se refleja en la escasez de objetos extranjeros en los yacimientos Moche durante el Horizonte Medio. Sin embargo, esta dinámica cambia a partir del periodo Moche V en el valle de Jequetepeque, un rincón interno de la zona.

En aquel entonces, el centro ceremonial dominante en el valle era San José de Moro, donde se encontraron artefactos Wari correspondientes al estilo Chakipampa en las tumbas de los gobernantes. Este estilo muestra afinidad artística con el Moche Tardío, lo que lleva a teorizar sobre una posible influencia de artistas Moche que migraron hacia el sur y pudieron influir en los desarrollos culturales de los pueblos vecinos.

Aún hoy en día, resulta complicado definir el grado de relaciones políticas de los estados Moche en torno a sitios como las Huacas del Sol y de la Luna, Huaca del Brujo, Sipán o San José de Moro. Se piensa que pudo haber existido una diferencia cultural y se ha propuesto una división entre los Moche del norte y los del sur. Esta división en los intereses políticos regionales puede explicar la presencia de un bastión Wari en puntos tan septentrionales como Cajamarca.

La desigualdad en la presencia de elementos culturales Wari en sitios Moche puede hablarnos de la posibilidad de la integración de Wari en las relaciones político-comerciales de la zona Moche, lo que sugiere que cada ciudad-estado debió mantener cierto grado de asociación con Wari. Todo indica que los Moche del sur, centralizados en el valle del Moche y Chicama, mantuvieron una coerción política formando un estado expansionista, mientras que los del norte se diseminaron en pequeños reinos independientes. Incluso el valle de Piura, que es el punto más septentrional hasta donde llegaron los Moche, quedó aislado y formó un desarrollo autónomo, lo que facilitó la presencia de Wari.

Los investigadores han catalogado a Wari como un estado imperialista debido a los grandes trabajos de infraestructura que realizaron en el valle de Ayacucho. Para llevar a cabo este programa, se necesitaba un gobierno poderoso capaz de convocar tal fuerza de trabajo, lo que a su vez se manifestó en la red de caminos y puestos de vigilancia fuera de su zona nuclear. Esto implicaba que Wari debió manejar una compleja red de relaciones con los estados vecinos, que iban desde alianzas regionales hasta cierto grado de sometimiento.

La presencia Wari en San José de Moro se observa en la existencia de objetos importados colocados en las tumbas, lo cual indica que la elite política del lugar tuvo que asociarse con este estado para legitimarse políticamente y religiosamente ante su pueblo. Estos objetos solo se han encontrado en este tipo de contextos, lo que sugiere que Cajamarca pudo ser el punto de entrada de Wari a los estados Moche. Todo esto comienza a manifestarse a partir del año 890, cuando se evidencia la presencia de botellones y cerámica Wari, coincidiendo con los inicios de la decadencia cultural Moche. Esta situación puede ser interpretada como la necesidad de legitimarse ante una potencia externa para mantenerse en el poder, pero también fue tomada como una muestra de debilidad al aumentar la influencia extranjera.

Es así como los gobernantes de San José de Moro intentan acercarse más a las potencias extranjeras, lo que lleva a que las tumbas de este periodo empiecen a perder sus características Moche para emular a Wari. De manera similar, la cerámica de este periodo trata de copiar los modelos externos. Sin embargo, al mismo tiempo, Cajamarca comienza a desempeñar un papel más protagónico como potencia, gracias a la influencia de Wari.

A partir del siglo X, se inicia el proceso de decadencia de Wari como potencia, culminando con su caída. Esta situación es aprovechada por Cajamarca para asumir el papel de nuevo centro de poder regional, lo cual es aceptado por los estados Moche del norte. A partir de entonces, se observa una mayor presencia de objetos provenientes de Cajamarca en los centros ceremoniales, mientras que los objetos elaborados en Ayacucho comienzan a disminuir.

Este cambio facilita la dispersión de la influencia cultural Wari, que pasa por el filtro de Cajamarca y llega a los valles de Lambayeque y Chicama. Esto demuestra la fuerza que ejerce Cajamarca como punto de dispersión hacia el resto de los estados andinos, lo que contribuye a integrar plenamente lo que queda de la cultura Moche con el resto del mundo andino.

Las posibilidades que nos permite pensar la presencia de Wari en el territorio Moche pueden deberse a las luchas de poder a escala regional que se vivieron en la región. En este contexto, determinadas ciudades-estado que trataban de ganar supremacía en sus respectivos valles se asociaron ya sea directamente con Wari o con su socio regional, Cajamarca, para inclinar la balanza a su favor. Esto dio lugar a un proceso en el cual estas ciudades-estado se identificaron con sus socios extranjeros.

Dentro de los estados Moche también existieron aquellos que resistieron a las disputas de los estados socios de Wari, manifestándose esta lucha en el rechazo al uso de objetos provenientes de Wari y reivindicando en su lugar el legado cultural Moche. Sin embargo, una vez que entraron en su periodo de decadencia, comenzaron a entablar contacto con Cajamarca.

Así, la influencia o intervención directa de Wari pudo deberse a la fragmentación territorial y a las luchas regionales en el mundo Moche, siendo esto un preámbulo a los profundos cambios que se vivirían en el periodo Intermedio Tardío. En este periodo, la cultura Moche entró en completa decadencia, dando lugar a nuevos actores que continuarían su legado.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Luis Jaime Castillo, Francesca Fernandini y Luis Muro. Relaciones multidimensionales entre los estados Wari y Moche del norte de Perú, de la revista Boletín de Arqueología PUCP no. 16

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Imagen: Fotos tomadas de «La presencia de Wari en San José de Moro» de Luis Jaime Castillo Butters.

  • Izquierda: S/D. Vasijas y botellones moche con influencia Wari, San José de Moro, cultura moche.
  • Derecha: Juan Pablo Murrugarra. Ceramica de estilos Wari o derivado encontrada en San José de Moro.

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