El desarrollo mesoamericano de la costa oaxaqueña.

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Desafortunadamente, varios territorios han sido ignorados por la arqueología debido a la constante falta de presupuesto para llevar a cabo investigaciones. Este es el caso de la costa oaxaqueña, que ha sido ampliamente descuidada en los trabajos arqueológicos. En su lugar, la atención se ha centrado principalmente en dos regiones: el Istmo de Tehuantepec y el valle del Río Verde. Esta situación se ve complicada por la compleja dinámica étnica que caracterizó a la costa oaxaqueña durante la era mesoamericana y que continúa siendo relevante en la actualidad.

En la costa oaxaqueña, se identifican varios grupos originarios, entre ellos los chatinos, chontales, mixes y amuzgos, quienes fueron sometidos por pueblos provenientes del interior. Por ejemplo, los huaves dominaron a los mixes, los zapotecos fundaron Tehuantepec en el Istmo, y se destaca el conocido episodio de la conquista del rey mixteco 8 Venado y la fundación del reino de Tututepec, como relatan tanto las fuentes prehispánicas como coloniales.

A pesar de esta compleja historia, las investigaciones arqueológicas en la costa oaxaqueña han sido escasas y se han centrado en un número limitado de sitios, como los restos de Tututepec, algunos lugares documentados en Pinotepa Nacional y las bahías de Huatulco. Estos sitios son importantes para comprender la relación de la región con potencias mesoamericanas como Monte Albán y Teotihuacán. Sin embargo, se requiere un mayor apoyo y recursos para explorar adecuadamente esta rica y diversa región arqueológica.

Se ha descubierto que Río Verde fue un importante núcleo poblacional en etapas tempranas, como el Preclásico temprano, que abarca desde aproximadamente los años 1800 al 700 a.C. Durante este período, experimentó un crecimiento gradual de la población de las comunidades, aprovechando las dinámicas comerciales propiciadas por Teotihuacán. Esto se evidencia en la proliferación de la obsidiana de Pachuca y la adopción de estilos cerámicos como el anaranjado delgado.

Con el paso del tiempo, el desarrollo de la región se volvió más modesto. Sin embargo, durante el Posclásico Temprano, que comprende desde el 900 al 1200 d.C., la región entró en un período de decadencia, caracterizado por el abandono de muchos de sus asentamientos. Este contexto propició la entrada de los mixtecos en la región y la fundación del reino de 8 Venado de Tututepec.

El territorio controlado por este estado mixteco alcanzó una extensión máxima de aproximadamente 25,000 kilómetros cuadrados a lo largo de la costa. Este estado llegó a ser tan importante que estableció nexos dinásticos con señoríos distantes, incluyendo la Mixteca poblana, varios reinos costeros y los Valles Centrales, gracias a la intervención de los toltecas-chichimecas liderados por 4 Jaguar.

Sin embargo, su importancia disminuyó con la expansión mexica a finales del siglo XV y principios del XVI. Según algunas fuentes, el reino mixteco de 8 Venado de Tututepec fue rodeado y debilitado, e incluso algunos relatos mencionan su conquista por parte de los mexicas.

Una de las regiones que ha cobrado relevancia ante los investigadores son las Bahías de Huatulco, cuyo registro arqueológico se vuelve fundamental ante la amenaza latente de la destrucción causada por la expansión turística. Las investigaciones y excavaciones arqueológicas realizadas en algunos sitios, especialmente destacado el de Bocana del Río Copalita, han sido cruciales. Este sitio ha sido restaurado y abierto al público.

Los resultados obtenidos de estos trabajos revelan que las primeras manifestaciones de ocupación humana datan desde alrededor del 2,500 a.C. Bocana del Río Copalita adquirió relevancia gracias a su estratégica ubicación en la desembocadura del río, que lo convirtió en un importante puerto tanto para los pueblos de la sierra que se comunicaban río abajo como para el emergente comercio marítimo por cabotaje. El sitio fue fundado durante el Preclásico Tardío (400 a.C. – 200 d.C.).

Gracias a su posición en las rutas comerciales, Bocana del Río Copalita experimentó un periodo de esplendor durante el Clásico, con la construcción de varios edificios del centro ceremonial, entre ellos el Juego de Pelota, que hasta ahora ha sido el único localizado en los sitios de la costa oaxaqueña. Esto revela la importancia que tuvo este lugar en el contexto regional durante esa época.

Las investigaciones han revelado que la costa de Oaxaca pudo mantener durante el periodo Clásico una relación sumamente dinámica con otras regiones mesoamericanas. Esto se evidencia en el hallazgo de materiales procedentes de Chiapas, Veracruz y Tabasco en Copalita. Sin embargo, aún no se ha determinado el grado de control o relación que pudo haber tenido el estado de Monte Albán sobre el puerto.

A través de las evidencias encontradas en los restos humanos y las figurillas, se ha podido determinar que la calidad de vida en la región alcanzaba una esperanza de vida de alrededor de 50 años. Además, se han obtenido detalles sobre la vestimenta, que revelan que los hombres utilizaban principalmente el maxtlatl o taparrabos, mientras que las mujeres llevaban faldas desde la cintura hacia abajo y el pecho descubierto. Es importante destacar que esta costumbre aún perduraba hasta la primera mitad del siglo XX entre las indígenas.

A pesar de dedicarse al comercio, Bocana del Río Copalita era capaz de producir sus propios materiales de consumo, como cerámica estucada, textiles variados y adornos de concha. Sin embargo, se cree que la manufactura de estos últimos podría haber sido importada, ya que no se han encontrado talleres para su producción local.

Esta situación de bonanza que experimentó Copalita cambió drásticamente durante el Posclásico, cuando tuvo que hacer frente a la despoblación de la región y al expansionismo mixteca liderado por 8 Venado. Eventualmente, cayó bajo el control de los mixtecas y se convirtió en un territorio tributario de Huatulco, con la obligación de reunir tributos para Tututepec, especialmente oro proveniente de los chontales de la sierra.

Según los cronistas del siglo XVI, Huatulco era un importante centro de llegada para los toltecas, manteniendo relaciones con el Altiplano Central. Esta conexión pudo haber despertado el interés de los mexicas por la región. Se registró una incursión de Moctezuma Ilhuicamina hacia 1455 y 1456, seguida por otra expedición de Axayacatl.

Antes de la llegada de los españoles, Copalita (posiblemente conocido como Copalitlán) experimentaba un período de decadencia, caracterizado por problemas de salud graves entre los niños y una epidemia de sífilis, lo que afectaba su calidad de vida. Esto facilitó el abandono del sitio de Bocana y la reubicación de sus habitantes en el pueblo de Copalitlán durante la conquista española.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Raúl Matadamas Diaz y Sandra L. Ramírez Barrera. Copalita, Huatulco. La transición al periodo Clásico en la Costa de Oaxaca, del libro Monte Alban en la encrucijada regional y disciplinaria.

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Imagen: Basamento del centro ceremonial de Bocana del rio Copalita, Oaxaca. 

El viaje de 8 Venado a la Casa del Sol.

Una vez investido como “tecuhtli” en “Tollan” y después de haber dejado las cosas ordenadas en los reinos de Tilantongo y Tututepec, 8 Venado se dispone con una expedición de guerreros para acompañar al señor tolteca 4 Jaguar en su viaje hacia la “Casa del Sol” en el oriente. Si bien contamos con los códices mixtecos del Posclásico como fuente principal y algunas referencias de las fuentes coloniales, debemos señalar que existen numerosos vacíos en nuestra comprensión de las intenciones tanto del rey mixteco como del tolteca al dirigirse hacia el oriente. Ni siquiera sabemos a dónde se dirigieron exactamente.

Lo más desconcertante son las imágenes que nos han llegado del Códice Nuttall y Colombino, donde observamos cómo la expedición de 8 Venado se realiza por mar y cómo llegan a islas que conquistan. Además, resulta imposible identificar los glifos de los lugares a los que llegaron. El único lugar que podría ser identificable es un cerro que emite humo, que por la época en que pudo haber tenido lugar el viaje de 8 Venado, podría tratarse del Cofre de Perote, que en aquel entonces estaba en un periodo eruptivo.

La narración de la expedición en los códices está salpicada tanto de batallas navales como de sucesos sobrenaturales. Por ejemplo, en el Códice Colombino-Becker, en las páginas 22 y 23, se relata cómo 8 Venado se sumerge en un mundo subacuático con la intención de encontrarse con el dios Sol. Junto con 4 Jaguar, se enfrenta en una partida de juego de pelota para decidir si deben continuar con el viaje o regresar, resultando victorioso 8 Venado.

Una vez reanudado el viaje, atraviesan una serie de lugares sagrados dentro de la mitología mixteca. Por ejemplo, el Cerro Yahui (serpiente de fuego), donde luchan contra guerreros muertos, y la Llanura del Tabaco Ardiente, donde se encuentra el árbol mítico del que surgieron los ancestros de las dinastías mixtecas. Todos estos lugares ofrecen resistencia a la llegada de 8 Venado y 4 Jaguar. En la batalla del Cerro Yahui, muere su hermano 8 Flor Pedernal. Además, en el último bastión antes de llegar a la Casa del Sol, deben enfrentarse a un esqueleto y a un guerrero coyote, a los que vencen.

Finalmente, al llegar al Templo del Sol, proceden a destruirlo, como se observa en el Códice Becker I, página 1, donde la techumbre del templo cae mientras sale fuego de su interior.

El Templo del Sol se rinde hacia el año 1099, según los registros de los códices. Los dos líderes proceden a realizar una ceremonia religiosa donde le regalan al dios Sol un cascabel de oro y una cuenta de jade en otro templo del conjunto. Culminan el acto con la celebración de una ceremonia de Fuego Nuevo para marcar el fin e inicio de una nueva era.

Esto también se ha interpretado como un intento por parte de 8 Venado de recibir el investimento por parte de los dioses para elevar su rango como gobernante y aumentar el prestigio de su dinastía. A partir de entonces, comienza a portar una nariguera de jade como símbolo de su protección por parte del Sol, volviéndose el supremo señor en los cuatro rumbos del universo.

Sus periplos en la Casa del Sol culminan con 8 Venado y 4 Jaguar ascendiendo a un basamento con elementos solares, lo que puede interpretarse como una forma simbólica en la que ambos personajes ascienden a los cielos para buscar entrevistarse con sus antecesores de la casa de Tilantongo, y con ello culminar su epopeya para convertirse en el máximo líder mixteco.

Una vez regresados de su viaje de entronización, 8 Venado y 4 Jaguar no se vuelven a reunir sino hasta 2 años después en una cancha de juego de pelota. Según los elementos de la página 80 del Códice Nuttall, no portaban su equipamiento como jugadores, sino que parece que solo utilizaron el lugar para celebrar una reunión donde pudieron haber concretado una nueva alianza. Esta fue la última vez que se reunieron según lo que nos dejaron los códices.

Sin embargo, este período estuvo empañado por la muerte de su hermano 12 Movimiento, quien fue asesinado mientras se encontraba dentro de un temazcal. No se sabe si fue capturado y su sacrificio se realizó en el temazcal, o si fue sorprendido por un asesino mientras tomaba un baño. Tanto 8 Venado como el resto de los hermanos proceden a realizar las exequias de 12 Movimiento, armando una pira funeraria para incinerarlo, mientras los sacerdotes ofrecen copal y regalos. Posteriormente, recogen sus restos y los reparten entre ellos para formar bultos sagrados y rendirle culto cada uno por su cuenta.

Todo indica que el asesinato de 12 Movimiento fue perpetrado por un señorío llamado “Lugar del Bulto de Xipe”. Este sitio, al igual que muchos otros en la región mixteca, se ha perdido y resulta imposible de identificar. En represalia, 8 Venado se levanta nuevamente en armas para vengar a su hermano y conquistar ese reino que se atrevió a desafiarlo de manera tan artera.

Estas conquistas realizadas por 8 Venado contribuyeron a convertirlo en un modelo a seguir para las siguientes generaciones de reyes mixtecos. Se convirtió en uno de los ancestros a los que las dinastías de los diferentes reinos deseaban vincularse. Hasta el momento, la arqueología no ha podido rastrear cuán grande fue el reino de 8 Venado, considerando su posesión sobre Tilantongo y Tututepec, además de las implicaciones territoriales que debió tener su expedición hacia la Casa del Sol. La respuesta vendrá con el tiempo y los continuos avances en la investigación.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Manuel A. Hermann Lejarazu. 8 Venado, Garra de Jaguar. Vida y hazañas de un señor mixteco, revista especial Arqueología Mexicana no. 97

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El viaje de 8 Venado a Cholula.

Imagen: 8 Venado y 4 Jaguar en la Casa del Sol realizando ceremonias religiosas. Códice Nuttall, Lado 1, Lamina 78, cultura mixteca, Posclásico.

La Montaña de Guerrero en el Porfiriato.

Para 1910, el estado de Guerrero tenía 60 años de haber sido conformado de partes de los estados de México, Michoacán y Puebla, estimándose una población de 594,278 habitantes cuya vida económica giraba en torno al eje del camino de México a Acapulco, siendo el puerto, Chilpancingo, Iguala y Taxco los polos principales de un desarrollo que apenas empezaba a llegar. Esto provocaba que las regiones fuera de ese eje estuvieran completamente relegadas de cualquier indicio de desarrollo, como sucedía con los casos de las regiones de La Montaña y la Costa Chica, territorios antiguamente pertenecientes a Puebla y que debido a su terreno abrupto hizo imposible cualquier clase de aprovechamiento al no poder comunicar los pueblos mediante caminos y otros medios de comunicación (aun hoy resulta difícil llegar a algunas poblaciones), por lo que la forma para entrar es por medio de Chilpancingo para llegar a Tixtla, seguido por Chilapa y de ahí a la capital regional, Tlapa, en la cual confluye el comercio de los pueblos nahuas, mixtecos, tlapanecos y algunos de la Costa Chica con posibilidad de salir a Puebla.

En los años del Porfiriato y hasta el día de hoy, tanto La Montaña como la Costa Chica concentran buena parte de la población indígena del estado, por lo que ante la falta de vías de comunicación entre las comunidades hicieron que la miseria se volviera endémica entre ellos, a esto hay que aumentarle que la educación en el estado estaba muy retrasada al reportarse para los años 1909 a 1910 solamente 431 alumnos que pudieron terminar la educación primaria de los cuales es muy dudoso si alguno de ellos pudiera haber salido de La Montaña. Debido a estas condiciones de aislamiento, hizo que la región fuese gobernada de forma casi feudal por jefes políticos quienes tomaron el control las cabeceras municipales, disponiendo a su voluntad del destino de sus habitantes, empeorando la situación la promulgación de una ley el 11 de noviembre de 1908 donde se establecía un impuesto de 25 centavos al mes a los hombres de 16 a 60 por vivir en el estado, provocando en La Montaña que en el día se fuesen a vivir al monte y regresasen a sus hogares en la noche para evadir a las autoridades. El camino de Tlapa a Puebla hizo que otros dos pueblos pudiesen salir de la pobreza para participar en la dinámica económica, Huamuxtitlán y Olinalá, estableciéndose un eje donde se concentraron los principales negocios de la región como la compra-venta de ganado y el acaparamiento de tierras en complicidad con los jefes políticos.

Durante las últimas décadas del siglo XIX y la primera del XX, la miseria endógena hizo a La Montaña una de las regiones con mayor inestabilidad social en el país al desatarse algunas de las rebeliones rurales junto con las de Chihuahua, Sonora y los mayas rebeldes al no aguantar estas situaciones de abuso, como la de febrero de 1882 donde los lideres Marcos Hernández de Xochihuehuetán y José Vázquez se levantaron en armas con una gavilla de 25 personas y asaltaron Tlapa para liberar a los prisioneros de la cárcel y hacerse de las armas para saquear los comercios de la ciudad como los locales de españoles. A principios del siguiente año, volvería a formarse un movimiento armado, pero esta vez con reivindicaciones sociales como la exigencia del repartimiento agrario y que los librasen de la opresión de los jefes políticos, el cual fue reprimido con facilidad por el gobierno del presidente Manuel Gonzales a través del gobernador Diego Álvarez. Conforme pasaba el tiempo, las reclamaciones indígenas empezaban a agarrar solidez ideológica para darle un mayor sustento popular, como paso con el caso de Pascual Claudio de Temalacalcingo, siendo conocido como el “coronel del ejército del pueblo” lanza el manifiesto “Tierra, industria y armas” el 12 mayo de 1884 con claros indicios de influencia del socialista utópico Plotino Rodakhanaty llevada por Francisco Zalacosta, donde reclamaban el reparto agrario, acceso a ganado e igualdad con respecto a los extranjeros.

A pesar de que estos movimientos eran rápidamente sofocados, era cierto que Porfirio Diaz estaba inconforme sobre como los gobernadores no lograban mantener la paz en la región, cayendo de su gracia Diego Álvarez (hijo y heredero político de Juan Álvarez) a quien relacionaban con los caciques de Huamuxtitlán y Tlapa y el poco tacto que tenían para con los indígenas, por lo que decide apoyarse en Francisco O. Arce para ocupar el puesto de gobernador y pudiese disminuir la presión en el estado. Una de las primeras acciones para estabilizar la región fue el mandar al ejército federal para que sirviese de intermediario, pero esto no freno la continua proliferación de manifiestos donde llamaban a la rebelión de los campesinos y que contaba con el supuesto aval del general Álvarez, dando pie al nacimiento del Ejercito Regenerador comandado por Silverio León en 1887. Por más que el ejército federal y estatal lograsen someter a un caudillo, en otro pueblo surgía otro levantamiento sin que hubiera nada para detenerlos como los mixtecos de Potoichan en Copanatoyac quienes asaltaron Tlapa, pero la realidad fue que al presidente Diaz no se preocupó mucho por resolver los problemas de raíz, mientras en lo político solo se reducía a acusaciones vacías de Arce hacia Álvarez como el supuesto instigador.

La falta de interés por resolver el problema de los campesinos en La Montaña hizo que el conflicto tuviese mayores alcances, como se demostró en 1891 cuando se agota la paciencia de la población hacia las comunidades protestantes apoyadas por el gobierno como un intento de contrarrestar el poder de la Iglesia católica representado en el obispo de Chilapa, quien ordena la expulsión de un templo masónico de Tlapa para tranquilizar a la población, aunque después tuvo que lidiar con el gobierno estatal. Los aires de la rebelión empezaron a bajar a la Costa Chica como lo demuestra el levantamiento de Juan Galeana en Ayutla hacia 1890, la del general Canuto A. Neri en 1893 y la de Rafael Castillo Calderón en 1901. Este fue el panorama con el que llegaron para las elecciones de 1910, quienes, ante la nula iniciativa por parte del gobierno, apoyaran a la candidatura de Madero al verlo como alguien recto y digno confianza para encontrar una resolución a sus problemas.

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Federico Flores Pérez

Bibliografía: Francisco Herrera Sipriano. La Revolución en la Montaña de Guerrero. La lucha zapatista 1910-1918.

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Imagen: S/D. Procesión del señor del Nicho, Tlapa, Guerrero, finales de siglo XIX o principios de siglo XX.

El viaje de 8 Venado a Cholula.

Las hazañas de 8 Venado como rey del nuevo reino de Tututepec y la conquistas realizadas por la costa llamaron la atención del nuevo poder que se estaba imponiendo en la cúspide del orden mesoamericano, los toltecas, por lo que según el Códice Bodley, en el año 1092 o 2 pedernal se tiene la noticia de la visita de una delegación tolteca a Tututepec para entrevistarse con 8 Venado, distinguiéndose tanto en este códice como en la iconografía mixteca por representarlos con un antifaz de pintura negra, razón por la que tanto los toltecas y los mexicanos son llamados en mixteco sami nuu, que quiere decir “quema la cara”. Hay un problema por definir de donde venían estos toltecas, ya que la única referencia que tenemos de ellos es que portan el glifo de “pueblo de tules”, nombre con el que era conocido tanto Tula Xicotitlán (Hidalgo) como la Tollan Chollolan, la cual finalmente es la protagonista de las relaciones con los pueblos mixtecos. Para poder entablar negociaciones, los códices nos relatan que la embajada tolteca se enfrenta en una partida de juego de pelota con 8 Venado, el resultado de esto determino la formalización de las relaciones con el rey sacerdote de los toltecas, el señor 4 Jaguar, la cual tuvo como fin el apoyo de 8 Venado para realizar una campaña militar.

Ante el nuevo enfrentamiento, 8 Venado se prepara al nivel religioso para tener la gracia de los dioses, teniendo un contacto místico con la diosa 9 Caña quien le entrega armamento, un escudo y una flecha sagrada, así como realiza rituales tanto en el Templo del Cielo de Tututepec como en el Templo de la Muerte de Chalcatongo. El objetivo de la conquista seria el Cerro de la Luna o Yucu Yoo, sitio que de momento no ha sido identificado por los investigadores, quienes han propuesto se trataba del pueblo de la costa de Santa María Acatepec, un cerro contiguo a la ya abandonada ciudad de Monte Alban o incluso el pueblo con el mismo nombre localizado en la Montaña de Guerrero, el problema ronda sobre la sinonimia entre la palabra luna y caña en el mixteco, compartiendo la palabra yoo y que los nahuas pudieron interpretarlo como caña. El éxito de la campaña le pudo valer a 8 Venado el ser reconocido por los toltecas para recibir el título de tecuhtli, pero también se habla a que tuvo que ver por hacerse al poder sobre el señorío de Tilantongo, del cual tenía derechos dinásticos por su padre 5 Lagarto, cualquiera que sea la razón tenemos que para el año de 1097 realiza su viaje hacia Cholula.

Por fin se dio el ansiado encuentro entre 8 Venado con el señor 4 Jaguar, quien en su papel como sacerdote le realiza una serie de ceremonias para rendirles honores, siendo finalmente investido con la horadación de su nariz para colocarle el yacaxíhuitl, una nariguera de turquesa que lo reconocía como señor, ceremonia que según los códices ningún otro gobernante mixteco fue investido y que era propio de los pueblos del Centro de México, por lo que él y su dinastía tendrían el derecho a portarlo. Para ver la complejidad para identificar a la “Tollan” donde fue investido 8 Venado, otros estudiosos han propuesto otras poblaciones que comparten esta etimología, como sucede con Tulixtlahuaca de Jicayán, pueblo cercano a Tututepec, así como San Miguel Tulancingo cercano a Coixtlahuaca, pero el principal argumento para identificarlo con Cholula es gracias a las fuentes posteriores donde explican la importancia de Cholula para las diferentes dinastías mixtecas como se ve en la “Relación geográfica de Cholula” aunque hay que mencionar que con el término “Tollan” también se le conoció a Tenochtitlan años antes de la conquista española.

Una vez investido como tecuhtli, 8 Venado regresa a la Mixteca rumbo a Tilantongo para tomar posesión como señor, lamentablemente no nos ha llegado el contexto político que permitió la entronización de 8 Venado en Tilantongo, la única referencia que tenemos es de la muerte del señor 2 Lluvia quien estaba confinado por el señor de Suchixtlán 8 Viento, del cual por los registros de los códices pudo haber llegado a la edad de entre los 94 años o hasta los 118, pero nunca pudo gobernar y solo se desempeñó como sacerdote. Gracias a sus lazos dinásticos y a su fama como conquistador, no hubo oposición para que se hiciese del gobierno de Tilantongo, por lo que instala en el templo principal las reliquias otorgadas por la diosa 9 Caña. La importancia de Tilantongo dentro del contexto oaxaqueño era tal que despertaría cierta inquietud en el resto de los señoríos, por lo que para su ceremonia de entronización, 8 Venado convoca al resto de reyes mixtecos, a los zapotecas, chatinos, nahuas, toltecas-chichimecas y chocholtecos para garantizarles la armonía, contabilizándose la llegada de 112 señores, algo que ni los mexicas llegaron a lograr.

Ya una vez investido como “gran gobernante” o yya cahnu toniñe, 8 Venado se dispone a reorganizar su reino repartiendo títulos y cargos entre sus hermanos, disponiendo de una división cuatripartita del reino en donde empodera a su hermano 12 Movimiento, Jaguar Sangriento, quien sería su mano derecha y su principal general en batalla. Para culminar con la ceremonia, 8 Venado realiza una peregrinación hacia diferentes lugares sagrados, lamentablemente no han sido identificados, pero aquí es donde vemos la necesidad de la política mesoamericana para legitimarse religiosamente para asegurar la comunión con los dioses, esto lo podemos ver por la ausencia de las flechas incrustadas en los cerros como indicativo de que fue conquistado. Cuando regresa a Tilantongo de la procesión que hizo a estos sitios sagrados, recibe la sorpresiva visita del señor 4 Jaguar, quien lo llama para realizar un viaje al llamado Templo del Sol, una de las partes de su vida que ha despertado grandes preguntas por parte de los investigadores.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Manuel A. Hermann Lejarazu. 8 Venado, Garra de Jaguar. Vida y hazañas de un señor mixteco, revista especial Arqueología Mexicana no. 97

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Imagen: 8 Venado en su ceremonia de horadación de la nariz en Cholula. Códice Nuttall, lam 52

El desarrollo de Mitla y los Valles Centrales.

La evolución de las sociedades agrícolas en los Valles Centrales de Oaxaca desde los primeros sedentarios establecidos en las cuevas de Yagul y Mitla dieron lugar a una mayor población dedicada al cultivo de sus tierras, dando origen a la centralización del poder como consecuencia de la evolución de la organización social y la aparición de estructuras político-religiosas que dieron lugar a la formación de centros regionales, primero en San José Mogote y posteriormente sucedida por Monte Albán. Fue tal el monopolio de las elites de Monte Albán que las poblaciones de los valles dependían de sus decisiones, dando lugar al desarrollo de una gran ciudad que demostraba su poderío sobre estos pueblos y con la posibilidad de conquistar las regiones aledañas. Para el caso del valle de Tlacolula-Mitla hay un desarrollo dispar, en el caso de Mitla encontramos que durante la época de esplendor de Monte Albán no era una población de importancia y solo se han encontrado algunos restos en el conjunto arquitectónico conocido como El Calvario sin tener certeza de que haya tenido antecedentes rituales del periodo Clásico, en cambio, en Tlacolula encontramos actividad constructiva en el sitio pre-agrícola de Caballito Blanco, al encontrarse un conjunto astronómico con una estructura con una planta muy similar al observatorio de Monte Albán conocido como el Edificio J.

Para el Clásico Tardío con su equivalencia en el periodo Monte Alban III encontramos un fortalecimiento regional en su calidad de tributarios de la metrópoli zapoteca, en el caso de Mitla tenemos un primer desarrollo en el sitio El Palmillo la cual había crecido como un centro productor de productos de productos de maguey, ixtle y palmillo, pero la muestra del dominio de Monte Alban lo tenemos en la presencia de iconos religiosos procedentes de la ciudad. Al ser su periodo de esplendor, esto dio lugar a una descentralización para conformar unidades políticas afines a Monte Albán reconociendo su hegemonía y a su vez recibiendo la legitimidad de su poder por parte de la metrópoli, esto lo vemos con una mayor actividad constructiva en estos sitios satélites como la proliferación de las terrazas en las laderas de los cerros para aumentar con ello la producción agrícola y con ello mantener la demanda de alimentos de estas poblaciones.

Si bien, la caída de Teotihuacan represento un regreso del poder de Monte Albán sobre un territorio muy similar en tamaño a los actuales límites del estado de Oaxaca, no evito que tarde o temprano colapsaría el sistema y empezase su declive a partir del 750 para culminar en el siglo IX, según las excavaciones tanto en Monte Albán como en su sitio satélite Atzompa todo indica que su abandono no tuvo un destino violento sino que se trató de una transición paulatina donde incluso se llegaron a realizar el “matado” de ofrendas rituales como símbolo de la clausura de los edificios. Con ello, los sitios satélites a lo largo de los valles conformaron cacicazgos que albergaron a las elites zapotecas como a las migraciones mixtecas, ganando predominancia sitios estratégicamente localizados como Ejutla, pero el Valle de Tlacolula sería muy poblado debido a su posición en el camino rumbo al Istmo de Tehuantepec, convirtiéndose con ello en un sitio con una alta actividad comercial. Fue así que surgirían pequeños estados como Macuilxóchitl, Lambityeco, Yagul, Matatlán, Mitla, Xaaga y El Palmillo, todos ellos tendrían una gran actividad constructiva tanto en la construcción de centros ceremoniales como en las residencias de la nobleza, en todos ellos vemos un intento por perpetuar el legado cultural de Monte Albán en sus respectivas ciudades.

En las inmediaciones de Monte Alban en comparación con la actividad del valle de Tlacolula, encontramos un desarrollo tardío relacionado con una mayor prevalencia de la población mixteca en comparación con la zapoteca, esto lo vemos en sitios como Xoxocotlán y Saa Yucu, el único centro en la región que serviría a manera de relevo de Monte Albán y que mantendría su importancia en los años posteriores fue Zaachila la cual constituyo un poderoso estado zapoteca. Una de las ciudades que había ganado importancia en la región fue Yagul, esto se demuestra en su extenso conjunto palaciego el cual reprodujo los patrones culturales zapotecas relacionados con el último periodo de desarrollo Monte Albán V, aunque le empezaría a dar una mayor relevancia a los elementos constructivos de piedra labrada como los mosaicos de grecas para la decoración tanto de los edificios públicos como las tumbas reales.

Este sería el contexto de los Valles Centrales para el periodo Posclásico, donde el final de Monte Albán como potencia hegemónica dio lugar a la distribución del desarrollo de las poblaciones de la región, la cual tuvo como incentivo su situación al localizarse en las rutas comerciales mesoamericanas y dio lugar al nacimiento de ciudades estado con una alta capacidad de crecimiento. Pero su importancia estratégica la hizo presa de las nuevas potencias militaristas surgidas fuera de la región, siendo los mexicas quienes se vieron interesados en conquistar el centro de Oaxaca para con ello tener la ruta abierta para la expansión hacia el sureste, como se demuestra en el cambio de nomenclaturas de las principales poblaciones de nombres zapotecas a nombres nahuas como símbolo de su hegemonía sometiendo a los zapotecas y mixtecas, aunque otros estados como Zaachila y el reino de Tututepec lograrían hacerles frente para mantenerse independientes hasta la llegada de los españoles.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Nelly M. Robles García. Mitla. Su desarrollo cultural e importancia regional.

Imagen:

  • Izquierda: Fachada de la Tumba Triple, Yagul, Oaxaca, 900-1200 d.C., cultura zapoteca.
  • Derecha: Urna del dios Cocijo, El Palmillo, Mitla, Oaxaca, Clasico Tardio, cultura zapoteca,

La lucha insurgente en la Mixteca oaxaqueña.

A lo largo del periodo virreinal, los españoles se habían dividido el poder con los cacicazgos mixtecos al permitirles gobernar sobre sus comunidades, mientras ellos se encargaban de ejercer el poder desde las instituciones y acaparaban el comercio de la producción de la región, la cual por las características de la región se había convertido en una región ganadera por la sequedad del terreno y también se daba la producción de la grana cochinilla, mientras la agricultura solo se había quedado en un papel de consumo doméstico de las comunidades. El centro por excelencia del poder político y comercial se ejercía desde San Juan Huajuapan, siendo el lugar a donde llegaban las cargas tributarias de los pueblos que para ese entonces encontramos una población donde el 80% era indígena, 6% españoles y el resto sin una clara identificación étnica. El trato con los mixtecos era complicado debido a que no permitían la intromisión de personas ajenas a su comunidad, por lo tanto, todas las decisiones se tomaban desde dentro de sus consejos y los caciques eran los intermediarios con el poder español, el único punto de atracción entre indígenas y españoles fueron los trapiches donde se les daba trabajo.

El siglo XVIII fue un periodo de cambios profundos por la implementación de las reformas borbónicas, hacia 1740 el poder de los caciques empieza a ponerse en duda, pero lograron conservarlo hasta 1765 cuando se implementa la formación de un cabildo conformado por “macehuales” para dictar la gobernanza de las comunidades. En el poder regional también hay cambios con la conformación de los ayuntamientos, centralizándose el poder en la figura del “alcalde mayor” como el principal intermediario de las comunidades con el resto del virreinato para si terminar con el problema de la corrupción, tema que se debía de dar orden debido a la bonanza llevada por la explotación de la grana cochinilla. Pero esta abundancia traída por la grana cochinilla solo se concentraba en unos cuantos, y la gran mayoría permanecía en la pobreza, situación que se empezaría a tornar complicada a partir de 1790 cuando se dificultaron la situación en muchas de las comunidades y dada la complicada geografía de la región se estaba convirtiendo en un polvorín que podía estallar en cualquier momento.

Cuando ocurre el levantamiento de Miguel Hidalgo en Guanajuato en 1810, manda a unos enviados a Oaxaca para iniciar el movimiento a unos jóvenes que solo se identifican con los apellidos Armenta y López, pero al dirigirse a la capital que era el centro de las autoridades realistas fueron rápidamente descubiertos y un problema que tuvieron con el intendente José María Lazo Nacarino provocaría su ejecución. El gobierno oaxaqueño estaba al tanto de la llegada de cualquier rastro de la insurgencia de Hidalgo, la cual solo se había reducido a unos cuantos detenidos como el diacono Ordoñez y otros miembros del clero que solo fueron encarcelados por su condición, mientras los laicos como los jóvenes Tinoco y Palacios fueron ejecutados y decapitados para colocar sus cabezas en picas. El impulso independentista llegaría con José María Morelos, donde las fuerzas de la intendencia fueron a Acapulco para defenderla del primer intento por tomarla, pero a partir de ahí los insurgentes empezarían a tener una mayor presencia con el levantamiento del caudillo Antonio Valdés en Pinotepa Real con los indígenas de la región y que fue rápidamente sofocado al ser sitiados en el cerro de Chacahua el 19 de noviembre.

Quien lograría arraigar la insurgencia en Oaxaca fue Valerio Trujano, arriero de Tepecoacuilco quien se había sumado a las fuerzas de Morelos en su paso por el actual estado de Guerrero en el sitio de Tlapa en 1811, al demostrar sus dotes de mando fue comisionado como subalterno de Miguel Bravo a llevar la rebelión a la Mixteca. Las comunidades  tomaron diferentes bandos según los intereses de sus dirigentes y con ello los insurgentes empezarían a tener presencia, mientras los realistas usarían a los ingenios de trapiches para coercionar a sus peones para luchar con ellos, todo esto hizo que para marzo de 1812 los insurgentes tuvieran las suficientes fuerzas y se llevara a cabo el primer enfrentamiento en la iglesia de Yanhuitlán, donde Trujano estaba resultando vencedor ante la defensa de José Regules, pero Bravo recibe ordenes de Morelos de retirarse para prestarle apoyo para romper el sitio de Cuautla, dejando a Trujano con la dirección de la campaña en la Mixteca. Con pocas fuerzas, Trujano determina que el lugar ideal para acuartelarse en espera de refuerzos era Huajuapan, por lo que toman la ciudad y como pudieron resistieron el sitio que les había impuesto Regules con tropas llevadas de toda la intendencia.

Debido a la inferioridad numérica de las tropas de Trujano, los realistas se confían y someten a Huajuapan a una serie de ataques para irlos mermando, pero gracias a la información proporcionada por el espionaje de Remigio Sarabia, mejor conocido como el “Indio Nuyoo” Trujano sabia con antelación los planes de Regules y con ello preparaba la defensa contra los realistas, pero el hambre sería una de las amenazas constantes, por lo que comisiona a Sarabia para pedir apoyo a Morelos quien estaba reorganizando sus fuerzas después del sitio de Cuautla. Después de 100 días de sitio (según la fuente va de 99 a 111 días), a mediados de julio llegan las tropas de Morelos junto con Vicente Guerrero, Nicolas Bravo y los hermanos Hermenegildo y Juan José Galeana y con refuerzos llevados de Tlapa y Chautla provocando la huida de las fuerzas realistas, siendo el preámbulo para lo que sería la toma de Oaxaca el 25 de noviembre al quedar las defensas españolas completamente mermadas de la campaña en la Mixteca.

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Federico Flores Pérez.

Bibliografía: 

Imagen:

  • Izquierda: Anónimo. Valerio Trujano, siglo XIX
  • Derecha: Roberto Cueva del Rio y Luis Arenal, Morelos en la lucha por la independencia, 1952-1956, Museo Regional de Guerrero, Chilpancingo.

8 Venado y la fundación de Tututepec

Una vez sacralizado por la diosa 9 Hierba del Templo de la Muerte, se prepara la comitiva para partir a su viaje a la costa para fundar su reino, acompañado de un personaje que según los investigadores es considerado como su segundo al mando y a cargo de llevar a cabo las ceremonias religiosas, el sacerdote 5 Lluvia, quien portaría durante el viaje las reliquias sagradas necesarias para poder consagrar la nueva ciudad. El primer punto de llegada de la comitiva de 8 Venado fue un lugar que en su tiempo era considerado uno de los árboles sagrados que servía para sostener el cielo, depositando algunas ofrendas para asegurar el buen destino de su viaje, según los datos de los códices, tanto 8 Venado y 5 Lluvia fueron recibidos por el dios Sol y les da de comer y asi poder completar su viaje. La historia de 8 Venado es narrada principalmente por dos códices, el Nuttall en su lado 1 el Colombino-Becker, pero sin saber porque, la historia de Tututepec ya no es narrada en el Nuttall y el que sigue la narrativa seria el Colombino.

Según el registro del códice Colombino-Becker, 8 Venado funda Tututepec en el año 7 pedernal o 1084 d.C., cuyo nombre en mixteco es Yucu Dzaa que quiere decir “Cerro del pájaro” (el mismo significado del topónimo nahuatl), representando su glifo como un cerro rocoso con una cabeza de pájaro en su base y en la cima se encuentra el Templo del Cielo donde se depositaron las reliquias para la fundación del reino. La región no se encontraba despoblada y ya existía un antiguo reino que a la llegada de 8 Venado estaba abandonado, según los trabajos arqueológicos, se ha localizado el asentamiento de Rio Viejo el cual fue una importante ciudad del periodo Clásico Tardío (600 al 900 d.C.) y posiblemente habitada por los chatinos, pueblo originario de la costa y con una gran presencia regional, también se encontraba el reino de Juquila que a la llegada de 8 Venado se encontraba habitado y con su llegada los mixtecas se asientan en la región.

A pesar de la decadencia en la región a los inicios del Posclásico, los mixtecos conocían el potencial de la región debido a ser una zona productora de productos fundamentales como la sal, el cacao y el algodón, también se podían obtener plumas preciosas como productos suntuarios de la nobleza, permitiéndole al joven reino acaparar un poder sin igual. Fue tal la fuerza que adquirió el reino que según estimaciones de los vestigios encontrados pudo abarcar 2185 hectáreas de extensión albergando una población de entre 11,000 y 22,000 habitantes, su importancia fue tal que siglos después el reino mantuvo su independencia frente a los mexicas y era el único reino mixteco autónomo en la región, representando una barrera para que la Triple Alianza pudiese aspirar al control de la zona y solo cayeron en manos de los españoles.

Ha sobrevivido al día de hoy lo que fue el centro ceremonial y se ha identificado el que pudo ser el Templo del Cielo, que tanto los códices Nuttall y Colombino lo representan de la misma manera que el templo principal de Tilantongo, donde 8 Venado deposito las reliquias constituyentes en un bastón cosmológico, el bulto sagrado, un escudo con la efigie de una calavera y un pez dorado. Otros elementos encontrados en los códices en el Templo del Cielo es el palo para encender el fuego y un caracol, todos estos objetos eran importantes por su carga sagrada al momento en que se hacia la ceremonia de entronización y la fundación de un nuevo linaje, también contamos con otros objetos sagrados como la presencia de una flecha con cabeza de búho, el escudo con la calavera y yelmo de jade, todos ellos con asociación para buena fortuna y abundancia del reino, teniendo correspondencia con algunos mitos modernos de los mixtecos.

Ya una vez establecida la capital en Tututepec, 8 Venado procede a iniciar una campaña de conquistas a lo largo de la costa sometiendo a las poblaciones chatinas, según los registros conquista entre 26 y 27 lugares que aparecen con su respectivo glifo toponímico y duraría del 1084 al 1096, lamentablemente pocos de ellos han podido ser identificados debido al abandono en los siglos posteriores o a los movimientos poblacionales durante la administración colonial, por lo que no es posible conocer la extensión que tuvo el reino forjado por 8 Venado. De los pocos lugares identificados se encuentra el Cerro de la Iguana, identificado con la comunidad de San Andrés Huaxpaltepec localizada en las cercanías de Pinotepa Nacional, la cual hay constancia en los documentos coloniales que la registraron bajo el nombre de Cuaquezpaltépec o Yucu Titiche en mixteco y se identifica como tributaria de Tututepec. Otro lugar que posiblemente haya sido conquistado por 8 Venado es el que lleva como topónimo el “Valle de la Lluvia” o Yodzo Dzavui, posiblemente se trate de San Juan Mixtepec cercano a Nopala y cuyos registros coloniales era consignado aun como tributario de Tututepec.

Fueron tales las hazañas logradas por 8 Venado en las campañas de conquista de la costa que llamaron la atención del principal santuario al nivel mesoamericano, Cholula, en aquel entonces administrado por los toltecas y quienes le otorgaran la dignidad de ser reconocido por los sumos sacerdotes de la ciudad como señor o tecuhtli y lo sumarian a una serie de campañas militares en Mesoamérica. Todos estos sucesos lo encumbrarían como uno de los reyes mixtecos más poderosos y su fama persistiría por generaciones, dejando como su legado el reino de Tututepec que lograría traspasar su poder a la dominación española y se convierte en uno de los principales señoríos de la región, pero lo más importante es la sobrevivencia de los códices mixtecos que dejaron constancia de las correrías de un rey mesoamericano y sus dinámicas militares y políticas durante su gobierno.    

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Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Manuel A. Hermann Lejarazu. 8 Venado, Garra de Jaguar. Vida y hazañas de un señor mixteco, revista especial Arqueología Mexicana no. 97

Imagen: Fundacion de Tututepec. Códice Colombino-Becker, pág. 5. Cultura mixteca, Posclásico Temprano.

Panorama de Oaxaca en el Clásico Temprano.

Las condiciones ecológicas de las regiones que constituirían el futuro estado fueron las óptimas para el desarrollo de la vida agrícola, desde las primeras evidencias de los cultivos del maíz, calabaza y chile, hasta derivar en el nacimiento de las primeras aldeas, las cuales fueron muy populosas y esto dio lugar a su evolución hacia las primeras ciudades. Esto hizo que a partir del 500 a.C. el eje del desarrollo civilizatorio se concentrara en las ciudades primigenias como Monte Negro, Cerro de las Minas y Yucuita en la Mixteca, pero los que llevarían la batuta serían los zapotecos de los Valles Centrales de Oaxaca, primero concentrando el poder en San José Mogote y después sería reemplazado por Monte Alban, sitio desde donde no solamente se hicieran del control de la región, sino que serviría como punto de partida para ejercer influencia fuera de esta y que al final haría posible una uniformidad cultural de donde los diferentes grupos indígenas partirían para hacer sus desarrollos propios, constituyéndose esta región cultural.

Por la gran variedad étnica del estado, se divide en trece regiones: Valles Centrales, la Mixteca Alta, la Mixteca Baja, la Mixteca de la Costa, la Costa, la Cañada, las Montañas del Sur, el Istmo, los Chimalapas, la Sierra Mixe, la Sierra Zapoteca, la Chinantla y la Sierra Mazateca. En todas ellas (aunque algunas regiones no han sido investigadas a profundidad) vamos a encontrar patrones en común asociados con el desarrollo de Monte Alban, sobre todo con los periodos Monte Alban I y II correspondientes a los años 500 a.C. al 800 d.C. y teniendo como análogo el desarrollo mixteco con las fases Ramos y Las Flores. En la primera etapa que va de los años 500 a.C. al 250 d.C. es cuando se da la concentración de las clases gobernantes en Monte Alban creando un sistema de creencias entorno a sus propias deidades, avizorándose el pleito con San José Mogote la cual termina por ser vencida, todo gracias a su posición estratégica en la cima de un cerro en medio del paso de los valles y desde donde podían vigilar tanto las rutas comerciales como los movimientos de las ciudades aledañas.

Esta situación estratégica le permitió dejar las tierras fértiles de los valles en plena disposición para el aprovechamiento agrario y le permitía disponer de grandes cosechas, dando las condiciones para que se diera un incremento de la población de la región. Al estar resuelto el problema del sostenimiento de la población, dando paso al desarrollo de un mercado regional al cual podían entrar las poblaciones de otros lugares y que se hacía en la misma Plaza Principal de Monte Alban, siendo el principal sitio de propaganda para la elite zapoteca para poder expandir tanto su papel religioso como su poder político, como lo manifiesta la Plaza de los Danzantes o las primeras apariciones del dios Cocijo. Todo esto sirvió para impulsar los programas de construcción de los edificios monumentales donde se haría manifiesto el programa religioso con correspondencia con las cuentas calendáricas usadas para establecer los ciclos agrícolas, como el solar de 365 días, el lunar de 280 días y el venusino de 584 días, siguiendo una orientación norte-sur para seguir la observación de los astros (como el caso del Observatorio o Edificio J) , dando las primeras señales de influencia cultural en lugares como Miahuatlán a 100 km al sur o en la Sierra Zapoteca al norte.

Unos de los primeros retos que tendría Monte Alban seria con el trato hacia una potencia externa, Teotihuacan, con la que tuvo que lidiar desde el año 200 hasta el 500 d.C. con la cual logra entablar una relación como se manifiesta en el muy peculiar “barrio zapoteco” emplazado en las principales zonas residenciales de la metrópoli. La clave para la importancia de los Valles Centrales para Teotihuacan fue la obtención del monopolio de un mineral apreciado por los teotihuacanos, la mica, usada tanto para su aplicación en cerámica e incluso como recubrimiento de los edificios para otorgarles brillo, todas estas aplicaciones fueron importadas de Monte Alban de donde se han encontrado los deshechos. Hay algunos inconvenientes para asegurar la independencia zapoteca de Teotihuacan, como el cese de la construcción de los edificios monumentales, la afluencia de elementos de producción teotihuacana o un entierro consistente en 18 cráneos infantiles, lo que puede sugerir cierto control por parte de Teotihuacan sobre Monte Alban, la cual indicaría una invasión, una asociación de la elite zapoteca con la de la metrópoli (como lo puede confirmar el barrio zapoteco) o la presencia de cierta elite extranjera en la ciudad manteniéndola bajo su control para cobrar tributos. La Mixteca también estaría bajo influencia teotihuacana, pero no hay indicios claros de su sometimiento, pudiéndose equiparar a la presencia olmeca cuya proliferación de elementos se explica por la importación de objetos suntuarios de la elite.

Así como hay dudas con Teotihuacan, no hay un acuerdo sobre cual pudo ser la forma de gobierno de Teotihuacan, siendo la más aceptada la idea de la existencia de familias caciquiles quienes iban rolándose el puesto dentro de un sistema de competencias entre las principales cabezas, quienes asumían la responsabilidad de manejar un gran cuerpo burocrático y asegurándose el poder absoluto de una gran masa poblacional. Uno de los efectos negativos de la presencia teotihuacana fue la pérdida de su influencia en la Mixteca, como lo atestigua el abandono y en algunos casos los incendios de las primeras ciudades de la región como Yucuita, Monte Negro y Cerro de las Minas por el año del 100 d.C. cesando su vinculación con la cultura zapoteca para ponderar la influencia de Teotihuacan o de sus centros regionales del sur de Puebla, manifestándose en su arte donde se nota su presencia y surge un estilo que precedería al que alcanza en el Posclásico, la cultura Ñuiñe.

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Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Marcus Winter. La zona oaxaqueña en el Clásico, del libro Historia Antigua de México, volumen II: El horizonte Clásico.  

Imagen:

  • Izquierda: Edificio J, Monte Alban, Oaxaca, Clasico Temprano.
  • Derechas: Urna zapoteca localizada en el «Barrio zapoteco» de Teotihuacan, Clasico Temprano.

Las primeras hazañas de 8 Venado.

El periodo de su juventud fue muy tumultuoso para la Mixteca, ya que en el siglo XI muchas de las ciudades-estado se encontraban sumidas en luchas intestinas entre ellos, así como fue una época de expansión donde se fundaron nuevas ciudades junto con el establecimiento de su respectiva casa dinástica. Supuestamente desde los 8 años estuvo involucrado en las campañas militares donde según los códices salió victorioso, pero lo más probable es que el autor de tales hazañas fue su hermano mayor 12 Movimiento, Jaguar Sangriento, quien para ese entonces tenía la edad de 18 años. Los lugares con quienes entablo guerra y fueron conquistados son Peña del Águila, Lugar del Teponaztle, Lugar de la Señora y Lugar de la Lugar, de los cuales ninguno ha sido encontrado y solo se mantiene referencia de un pueblo llamado San Pedro Teponastla al sur de Tilantongo e identificado como un sitio en la actual agencia Vicente Guerrero.

La inestabilidad del periodo se explica con los datos de los códices, los cuales narran que muchas de las casas dinásticas se habían quedado sin descendencia a quien dejar el poder, ese fue el caso del señorío de Jaltepec o Añute donde la descendencia masculina muere sacrificada durante una guerra y tuvieron que dejarle el poder a una pequeña 6 Mono (quien posteriormente sería importante en la vida de 8 Venado). Todo esto se vio complicado desde Tilantongo o Ñuu Tnoo con el nacimiento de su heredero al trono 2 Lluvia, representado en el Códice Nutall como nacido de un espejo de obsidiana y que por interpretaciones de los investigadores debió de haber nacido en el día 9 Caña, considerado un día aciago y que hizo que se le cambiase su nombre calendárico para asegurarle buena fortuna. Las cosas se fueron complicando porque 2 Lluvia además de gobernar se convirtió en sacerdote y muere a la edad de 21 años sin descendencia, provocando serios problemas para la casa de Tilantongo y que deriva en el ascenso de la familia de 8 Venado.

Ya estaba demostrado que 8 Venado había mostrado virtudes guerreras en su niñez y juventud, por lo que a partir de los 17 años empieza su camino espiritual para obtener los méritos necesarios para convertirse en gobernante, dedicándose a la visita de los principales templos, la búsqueda de bultos sagrados e incluso lograr la comunicación con los dioses, como se reporta en los códices donde incluso se enfrenta al Dios Sol o Venus en un encuentro de juego de pelota, dándole el acceso para gobernar algunas comunidades del cañón de Tamazula. Este suceso le dio mucha legitimidad para poder disputar el poder regional, ya que en aquellos momentos el viejo rey de Cerro Jazmín 8 Viento, Águila, estaba ganando una fuerte influencia política gracias a sus lazos familiares, permitiéndole disputar el trono de Jaltepec a la joven 6 Mono y que contaba con adeptos en Tilantongo a ser el protector del fallecido 2 Lluvia.

Para poder ganar desde el lado religioso el derecho a gobernar, 8 Venado tuvo que visitar a la diosa 9 Hierba, Señora de la muerte, en su templo donde iban a ser depositados los bultos mortuorios de los reyes mixtecos y que era considerado como la representación terrenal del inframundo, identificado en el pueblo de Chalcatongo o Ñuu Ndaya y el santuario se pudo tratar de la cueva del promontorio Yucu Cuu. La razón de la visita se ha deducido que trataría de buscar consejo de la diosa 9 Hierba al ser la principal vínculo con los gobernantes muertos y también al ser atribuida como la señora del destino, por lo que en vista de los tiempos tan turbulentos trataría de conocer su porvenir, por lo que debido a la importancia de la consulta tanto el cómo los sacerdotes que lo recibieron vestían ropajes vinculados con Yaha Yahui, titulo vinculado con el águila y que le daba a su portador la atribución de tener a esta ave como su nahual, por lo que recibía el trato de Gran Sacerdote. A él le siguió la señora 6 Mono al ir a consultarle a quien debía tomar como esposo y que le pudiera asegurar la defensa de su posición.

En ese entonces, el joven 8 Venado tenía 20 años y había ganado el suficiente merito como para acceder al poder, el problema era que políticamente su familia no tenía ninguna relevancia debido al poco tiempo que gobernó su padre 5 Lagarto antes de su muerte, por lo que el consejo de 9 Hierba fue que se tenía que alejar de Tilantongo para que fundase un nuevo reino en una región donde no tenía los conflictos de la Mixteca Alta, la Mixteca de la Costa. Para finalizar el encuentro con la diosa, le otorga a 8 Venado una serie de objetos mágicos que le daban el derecho de poder fundar la nueva casa dinástica, dándole una cabeza de búho, un escudo con un cráneo estampado, un pez de oro, un yelmo cubierto de jade, un caracol, una joya de turquesa y una vasija con un corazón sangrando. Es así que 8 Venado junto con sus hermanos parten hacia el sur con la investidura de la diosa de la muerte y teniendo la obligación de esparcir el culto al Dios Sol-Venus para fundar el nuevo reino que en el Posclásico y hasta la llegada de los españoles sería un agente político importante y que incluso llegaría a mantener su independencia frente a los mexicas, el reino de Tututepec.

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Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Manuel A. Hermann Lejarazu. 8 Venado, Garra de Jaguar. Vida y hazañas de un señor mixteco, revista especial Arqueología Mexicana no. 97

Imagen: 8 Venado (con pintura corporal negra y con yelmo de águila) visita junto a la princesa 6 Mono el Templo de la Muerte dela diosa 9 Hierba el Chalcatongo. Códice Nuttall, lamina 44, cultura Mixteca, Posclásico

La perforación de la nariz entre los huastecas y mixtecas.

El simbolismo que ha tenido la horadación del tabique de la nariz tiene que ver con su vinculación con la cacería como principal vehículo para asegurar la alimentación de la comunidad, relacionándose con los cazadores naturales como el jaguar y el águila cuyos huesos se usaban para perforarla y así colocar las narigueras que les otorgaba a los gobernantes el papel de proveedor de su pueblo. Uno de los pueblos que intensificaron su práctica fueron los huastecos, quienes según las crónicas nos relatan lo popular que fue en la población, pero cabe notar que esta relación no es fortuita, sino que muchos de los rasgos y aditamentos que identifican al dios de la cacería Mixcóatl son los que están asociados con los huastecos.

En el arte huasteco es común la presencia de Mixcóatl en diferentes representaciones como los grabados en concha, ya sea en su papel de fecundador donde se punza el miembro para fertilizar la tierra o encendiendo la hoguera para la ceremonia del Fuego Nuevo, en todas ellas se le ve portando el típico gorro cónico huasteco, arraigando la concepción que tenían del dios de la caza por parte de los nahuas que lo identificaban como dios de los chichimecas, recordando que la noción que tenían de los huastecos era la de identificarlos como salvajes debido a sus costumbres inmorales. Una pista importante tiene que ver con una de sus advocaciones y deidad patrona de los tlaxcaltecas, Camaxtle, a lo que estudiosos contemporáneos han propuesto como traducción de su nombre como “el que no tiene máxtlatl (taparrabos)”, vinculándolo con la desnudez relacionada con los huastecos. El origen de esta vinculación la tenemos en un relato recopilado por Sahagún y que tiene que ver con el mítico Tamoanchan, donde la deidad de nombre Cuextécatl fue invitado al banquete ofrecido por el descubrimiento del pulque, teniendo el derecho los demás dioses de beber hasta cuatro vasos, pero Cuextécatl rebasa la cantidad y se emborracha, quitándose el taparrabos para quedar desnudo, por lo que una vez de vuelta en sus sentidos y por la vergüenza deja el Tamoanchan junto a su pueblo que quedara con el estigma de ser un pueblo proclive al alcoholismo y a la embriaguez.

Hay otro relato donde señala que el creador del pulque fue el dios Camaxtle, quien le da la bebida a los chichimecas de donde las borracheras tienen un papel importante en las ceremonias religiosas. Otra característica en común entre los chichimecas con los huastecas es en la desnudez, que según la cosmovisión mexica tenía una clara vinculación con el sacrificio, como lo demuestra el mítico personaje conocido como Tohuenyo(que significa “nuestra ofrenda”) y que ocasionaría la caída de Tula, a quien se le describe como un huasteco que fue a vender chiles en su mercado, donde paseaba la hija de Huemac quien queda impresionada por la desnudez del personaje, provocando con esto una serie de desgracias que provocaría el abandono de la ciudad, relato que fortalece la idea mesoamericana de como el rompimiento del orden establecido podría provocar la destrucción del mismo y que se repite en numerosos relatos mitológicos.

Otro de los pueblos que manifestaron su importancia de la ceremonia de la perforación de la nariz fueron los mixtecos, cuyas dinastías mantuvieron una estrecha cercanía con la ciudad sagrada de Cholula la cual se coloca como el poder religioso que legitimaba a sus gobernantes. Una particularidad que han notado los estudiosos de la iconografía mixteca es en el punto en que muchos gobernantes cuando proceden a la ceremonia de la horadación de la nariz y las orejas no haya representación de la salida de sangre, lo que nos indicaría que ya estaban perforadas previamente, indicándonos que lo hecho en Cholula se trató de una ampliación de los agujeros, por lo que es posible que la ceremonia principal de la perforación se haya hecho en los señoríos para después pasar por su rectificación por parte de los sumos sacerdotes de Cholula.

La horadación no siempre implica el colocar a sus practicantes en una posición de poder, sino que también era una señal que los indicaba como víctimas de sacrificio, portando en lugar de orejeras y narigueras llevaban aditamentos de algodón sin procesar, algo que los vinculaban con las lluvias y con las deidades de la tierra con quienes compartían la pintura facial. Esta característica llego a traspasar las barreras del tiempo y las regiones, siendo el caso el que se encuentra con las representaciones de los sacrificados del Clásico maya y como estos patrones se repiten con el caso de las vestimentas de la diosa de la tierra Tlazoltéotl, como el caso de las borlas y cordeles de algodón o incluso con los aditamentos de papel amate, así como la pintura facial de los Mimixcoa. Todos estos rasgos son compartidos con otras deidades de la tierra con relación tanto al sacrificio como a la guerra, como los casos de Mictlantecuhtli o Tlahuizcalpantecuhtli quienes comparten características como los rostros descarnados.

El ritual de la horadación comparte simbolismos con el mismo sacrificio, ya que según la información brindada por los códices y grabados precolombinos se realizaban en las piedras de sacrificio, guardando su similitud con los rituales chichimecas donde al guerrero se le recostaba en las copas de los mezquites o de biznagas, a la manera de los sacrificados mimixcoa. Toda esta parafernalia entorno al ascenso de los gobernantes los convertía en seres diferentes al resto de los civiles, acercándolos con los dioses para poder transformarse en los intermediarios entre los dioses con el mundo, asegurando su bienestar y alimentando a los dioses para mantener el orden.

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Federico Flores Pérez

Bibliografía: Guilhem Olivier. Cacería, Sacrificio y Poder en Mesoamerica. Tras la huella de Mixcoatl, “Serpiente de Nube”

Imagen:

  • Izquierda: Pectoral de concha, cultura huasteca, Posclásico Temprano.
  • Derecha: Horadación de 8 Venado, Códice Nuttal, lado 1, cultura mixteca, Posclásico Temprano.