Los primeros pobladores de Tlaxcala.

El territorio perteneciente a la actual Tlaxcala se caracteriza por ser una tierra boscosa con tierras fértiles debido a la actividad volcánica de la zona, por lo que según los vestigios encontrados tenemos presencia humana desde hace 12,000 años con las primeras bandas de cazadores-recolectores, fue en el periodo que va del 4,000 al 2,000 a.C. cuando se empieza a consolidar la vida agrícola y sedentaria. Muestra de esta etapa la tenemos en el hallazgo de algunas puntas de lanza tipo Clovis (especializadas en la cacería de grandes mamíferos) y pinturas rupestres que de momento no han sido posibles fecharlas o que se pueda dar una interpretación de su simbolismo. En cambio, contamos con evidencias de la forma en que fue proliferando la vida sedentaria, observando una progresión al aumento de los asentamientos a partir del 1,700 a.C. en adelante consistente en asentamientos dispersos o solamente casas familiares aisladas, contabilizándose de momento cerca de 17 yacimientos, unidades que se calcula ocuparon media hectárea por vivienda o terrenos de entre 3 y 5 hectáreas para las primeras comunidades.

De esta primera etapa, no se ha identificado un desarrollo cultural para esas comunidades, indicándonos que para esos años no había una separación de clases sociales y se trataban de sociedades igualitarias, sin quitar que hayan tenido sus primeras autoridades político-religiosas. Debido a lo montañoso que resulta el terreno tlaxcalteca, hizo posible que los primeros agricultores determinasen aprovechar la topografía montañosa para terracear los cerros y así poder disponer de terrenos para los cultivos, así como podemos contar con la presencia de hornos que pudieron ser usados tanto para la cocción de cerámica o para la preparación de las plantas de maguey. Para el 1,300 a.C. se han encontrado las primeras villas donde ya encontramos evidencias de espacios exclusivos para los gobernantes constituidos en las plataformas elevadas donde se desplantaban sus viviendas, aunque también es posible que se traten de los primeros edificios religiosos, así como encontramos evidencias de la importación de cerámica proveniente de Tehuacán e incluso hay evidencias de cerámica proveniente del Centro de México, Chiapas y Guatemala.

El éxito de la vida agrícola hizo posible que hubiese un crecimiento poblacional entre los años 1250 y 1200 a.C. con 60 asentamientos, donde ya era patente la división entre gobernantes y el pueblo, así como evidencias claras de edificios religiosos manifestados en altares y plataformas de mayor tamaño. Estas poblaciones empiezan a adquirir poder regional para controlar aldeas cercanas, convirtiéndose en los primeros centros políticos, a esta etapa entre el 1,200 al 800 a.C. se le conoce como la fase Tlatempa, contabilizándose cerca de 150 asentamientos como muestra de la explosión demográfica por el éxito de la agricultura. De este periodo vamos a encontrar un mayor crecimiento del tamaño de las terrazas, así como la proliferación de infraestructura para el riego como canales, represas o diques para controlar la cantidad de agua destinadas para los cultivos, haciendo posible la multiplicación de oficios ajenos a la producción de alimentos, además de que se empoderaron los sectores dirigentes y religiosos surgen con ellos los artesanos y comerciantes para establecer relaciones con otras regiones.

La fase Tlatempa culmina con la evidente evolución social que tiene la región, su crecimiento hizo posible que las villas incrementasen su población y pasasen a ser pueblos, donde el sector religioso empieza a tener preminencia tal como para mandar sobre el ordenamiento de los pobladores y sus viviendas, surgiendo entre el 800 al 400 a.C. la cultura Texoloc. En los pueblos ya vamos a encontrar sectores especializados como el mercado la zona de intercambio, el religioso y el político en los centros ceremoniales y el habitacional para los artesanos y agricultores, incrementándose la población hasta 3 veces comparado con la fase Tlatempa. Durante estos años vamos a encontrar las primeras referencias del culto a una de las deidades más antiguas del panteón mesoamericano, Huehuetéotl, dios viejo del fuego y relacionado con los volcanes, encontrándolo en forma de brasero con la típica iconografía relacionada como el caldero que sostiene por encima de la cabeza.

Además de las innovaciones en cuanto a la tecnología de riego, también se hace con respecto a la arquitectura monumental, ya que entre los años 500 al 300 a.C. nace en el valle de Puebla-Tlaxcala los cuerpos piramidales construidos con el talud-tablero (elemento arquitectónico que seria apropiado y desarrollado en Teotihuacan), surgiendo los primeros centros religiosos como Tetla y Tlalancaleca en Tlaxcala, Tenimpa en Puebla y en el mismo estado, pero en la Cuenca Oriental, Cantona. Un elemento muy característico de los primeros centros religiosos de la región fue la elaboración de grandes tinas labradas en piedra, llenados con agua y posiblemente usados para la observación astronómica y que encontramos en sitios como Tlalancaleca y Xochitécatl en Tlaxcala y en Totimehuacan en Puebla.

En la región de Puebla-Tlaxcala también vamos a encontrar los primeros ejemplares de los juegos de pelota, como el encontrado por los rumbos de Amozoc en Puebla y en La Laguna en Tlaxcala, ni que decir de Cantona donde con sus tres canchas inicia la proliferación de este juego como una de sus características. De los años 600 al 400 a.C. ya tenemos la presencia de estados teocráticos localizados en estos pueblos cabeceras, identificándose 14 ciudades que controlaban cerca de 300 asentamientos con una población de 180,000 habitantes, pero del 400 a.C. hasta el 150 d.C. se produce una etapa de estancamiento donde estos estados son abandonados, redistribuyéndose su influencia entre Cantona, Cholula y Teotihuacan, esparciéndose su influencia cultural y se prepara para un nuevo renacimiento en el periodo Clásico bajo las nuevas reglas de las potencias.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Ángel García Cook. Tlaxcala a la llegada de los españoles según las evidencias arqueológicas.

Imagen: Basamento de Las Flores, Xochitécatl, Tlaxcala. Preclásico Tardío.

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