El racionalismo garridista en la implantación de la reforma educativa.

Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, el encono hacia la Iglesia se había convertido en una política de estado y se hacía todo lo posible por atacar a las bases sociales conservadoras mediante las reformas al artículo 3 con respecto a la educación, por lo que en sus años en el poder en las sombras se plantea tomar de modelo el proyecto educativo de Tomas Garrido Canaval de la escuela racionalista para poder llevarlo a cabo al nivel nacional. Como muestra de su efectividad, se tomó en cuenta el éxito obtenido en el vecino Veracruz con el gobierno de Adalberto Tejeda, quien fue el que propuso su implementación a Calles, pero uno de sus principales opositores dentro del grupo callista estaba el grupo de la CROM quienes eran enemigos de Garrido Canaval y por lo tanto hicieron lo posible para que el Jefe Máximo descartase la opción para evitar engrandecer su figura. Esto no evito que durante el festejo del Cuarto Centenario de la Guadalupana, Garrido Canaval pronunciase un discurso para solicitar otra reforma al artículo tercero para que la educación implementada por el Estado sea de corte racionalista y científico mediante el dogmatismo para acabar con los maestros fanáticos que todavía había en el país.

Seria en el año de 1932 cuando los grupos garridistas tratan de hacer lo posible para convencer a otras agrupaciones tanto políticas como magisteriales para que tomasen el modelo racionalista para acabar con los resabios del “fanatismo” que mantenían en el atraso al pueblo mexicano, siendo necesario que las políticas educativas abandonasen la posición neutral del laicismo para impedir que los niños siguiesen repitiendo los valores y prejuicios de los padres. Parecía que el jacobinismo podía entrar de lleno como política educativa, las bases del PNR se comprometen a quitar el compromiso de proporcionar educación laica en el sistema nacional poniendo como ejemplo a Tabasco como un modelo de éxito, consideraban que el laicismo abría las puertas para que los maestros tuviesen libertad de catedra, pero como el conservadurismo todavía estaba muy vigente en la sociedad, representaba una ventana abierta para impedir el avance a los objetivos de la Revolución y los esfuerzos de renovación por parte del gobierno.

Por esta cuestión, se conforma un sólido bloque de políticos veracruzanos y tabasqueños para quitar al laicismo e imponer la visión científica y jacobina, sobre todo también buscaban fomentar la colectivización de la sociedad en contraposición con la educación liberal decimonónica la cual era acusada de individualista. Para 1934, el mismo Plutarco Elías Calles lanza el llamado “Grito de Guadalajara” donde hace hincapié en como la lucha revolucionaria seguía en pie y se debía de dar en el nivel educativo para librar a la niñez de las manos de los enemigos extranjeros, ocasionando presión en el gobierno de Abelardo Rodríguez la presión para llevar a cabo estos cambios, forzando a la salida del titular de la SEP Narciso Bassols quien estaba en contra de llevar la radicalización como parte de la política educativa. Los sectores del partido estaban convencidos de la eficacia de la educación socialista como la forma de expandir al nivel popular el pensamiento científico, sobre todo se buscaba borrar las barreras de las clases sociales para romper con la desigualdad sistemática persistente mediante el fomento de la conciencia colectiva y hacer que todos viesen por el bienestar general sobre el particular.

El problema de fondo sobre esta “educación socialista” era la propia indefinición sobre lo que realmente significaba por parte del círculo del poder, ya que la política revolucionaria se negaba a reconocer cualquier indicio que lo asocie con la URSS, sino buscaban crear una interpretación propia alejada del dogmatismo soviético. También se le sumaba la animadversión surgida por parte de la CROM para fomentar un crecimiento de la influencia política de Garrido Canaval al nivel nacional, por lo que se omite el concepto de “educación racionalista” para evitar estas asociaciones con el gobernador tabasqueño, una de las últimas manifestaciones de fuerza de esta organización ante su constante pérdida de influencia al nivel sindical. Conforme se iba conociendo los planes por parte del gobierno, se iba conformando una oposición política de los sectores fuera del PNR, ya sea por parte de organizaciones de la sociedad civil como la Unión de Padres de Familia quienes querían evitar la implantación del “nacional socialismo”, así como del sector universitario quienes han estado en contra de la intromisión del gobierno con la libertad de conciencia al querer imponer lo que consideraban como correcto.

 Ante esta amenaza, la Iglesia también entra en la lucha para impedir la llegada de la educación “socialista”, la institución como tal tenía la ventaja de haber sido la gran intermediaria para acabar con la guerra cristera de forma negociada, por lo que el gobierno estaba comprometido a conceder ciertas condiciones para asegurar la paz con la feligresía, por lo que la imposición de un modelo educativo que la satanizaban estaba alejada de este pacto. Es así que el clero y las agrupaciones conservadoras se lanzan por defender la laicidad del estado y asegurar la libertad de enseñanza dentro del sistema educativo, si bien esta resistencia no lograría gran cosa por impedir el desarrollo del experimento “socialista” por parte del gobierno, solo se cae esta iniciativa por la falta de idea del mismo sistema por definir qué era lo que consideraban socialista, por lo que a los pocos años esto resultaría un fracaso y tuvieron que volver a la educación laica.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Carlos Martínez Assad. El laboratorio de la Revolución. El Tabasco garridista.

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Imagen: Anónimo. Campesinos leyendo periódicos y folletos, 1938.

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