Tamoanchan ¿El cielo mesoamericano?

Gracias al trabajo de los primeros evangelizadores como Sahagún, Duran, Motolinia, entre otros sobre las costumbres y mitos indígenas, es que tenemos información suficiente sobre parte importante de la cosmología prehispánica. Pero debido a que eran religiosos y tenían un punto de vista cristiano, muchas de estas descripciones se impregnaron tanto de sus valores y sus prejuicios, que no es su culpa, era la forma de hacer las cosas en esos tiempos.

Uno de estos lugares mitológicos del cual sabemos gracias a esas fuentes es Tamoanchan, que por los relatos que la acompañan era visto como el cielo donde vivían sus dioses o el Edén de donde los dioses fueron expulsados. Por las nuevas investigaciones realizadas podemos decir que no pueden tomarse en su totalidad estas palabras, más bien, sería el lugar donde se originó el mundo.

Es ahí, que por el pecado y la sexualidad de Xochiquetzal y Tezcatlipoca, agarran las flores del árbol prohibido, y que debido a ello, resulta en la expulsión de los dioses a la tierra, que por sus andanzas es que generan el mundo como lo conocemos.

También hay otro mito donde el dios del sol joven Piltzintecuhtli procrea con Xochiquetzal al dios del maíz Cinteotl, quien viaja a la tierra y de su cuerpo se originan las hortalizas que alimentaran a la humanidad como el maíz, el frijol, el chile, la calabaza, el amaranto y demás hortaliza.

Este será el lugar donde Quetzalcóatl lleva los huesos que roba del inframundo para molerlos y mezclarlos con su sangre crea junto con Cihuacóatl a la humanidad. De ahí partirán los dioses que al enterarse de la existencia del Tonacatepetl fueron a destruirlo para liberar los alimentos y que todos los seres vivientes pudieran sustentarse.

Este lugar se considera como parte de los cuatro lugares míticos ubicados en los cuadrantes del universo, siendo el Tlalocan su contraparte debido a su naturaleza acuosa, el Mictlán como el inframundo y el Cincalco que es la Casa del Sol donde sale el maíz maduro. Hay discrepancias en cuanto a su ubicación cosmológica, del cual se desprenden una serie de análisis filológicos muy interesantes hechos por estudiosos desde principios de siglo XX.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura

Federico Flores Pérez

Bibliografía: Alfredo López-Austin, Tamoanchan y Tlalocan

Imagen: Códice Telleriano-Remensis, f13, Cultura mexica-colonial, Siglo XVI

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