Los inicios del autonomismo universitario.

La educación superior en México tiene su presencia desde hace 500 años (la educación mesoamericana la dejo aparte porque muchas de sus características las desconocemos y puede no corresponder con el concepto occidental), pero sus alcances en la sociedad siempre estuvieron muy limitados a las clases pudientes quienes eran los único que podían costear una carrera universitaria. El siglo XIX fue una etapa muy precaria para la Universidad Pontificia de México ya que los problemas económicos impedían que se pudiese incentivar entre el resto de la población, además de que atravesó periodos en la que tuvo que cerrar debido al clima de inestabilidad política o la purga que se le dio para sacar a la iglesia de su rectoría y pudiese emprender su camino a la modernización. Fue en 1910 bajo el gobierno de Porfirio Diaz cuando se juntan las principales escuelas de profesionistas de la capital que nace la Universidad Nacional de México, abarcando desde la educación preparatoria para seguir a la especialización de las carreras.

Al poco tiempo, tuvo que hacer frente a los embates de la revolución logrando salir adelante sin tener que cerrar, algo que vio el nuevo régimen que podía usar a su favor para empezar a moldear a la educación a partir de la formación profesional, pero que no estaba de acuerdo el profesorado que veían la afectación de la calidad educativa si se subordinaba a los intereses del estado. Una de ellas fue las quejas sobre el ingreso a la facultad de Derecho en 1912 que provoco la creación de la Escuela Libre de Derecho, pero su antecedente más reciente tuvo que ver con la reforma al plan de estudios de la Escuela Nacional Preparatoria en 1923 cuando se reduce a dos años el periodo preparatorio para entrar en consonancia con los planes de la SEP de introducir la educación secundaria, provocando una serie de problemas tanto en la matricula como en el plan de estudios. Las tensiones entre la rectoría y el gobierno empezaban a crecer y tienen su punto de quiebre en 1929, cuando el estudiantado forma el VI Congreso Nacional de Estudiantes encabezado por Alejandro Gómez Arias, ahí ponen de manifiesto la necesidad de reformar los estatutos universitarios incluyendo la necesidad de la Universidad de independizarse del estado, oponiéndose así a los intereses del gobierno poniendo una agenda contra el militarismo y el caudillismo.

La resistencia inicia el 8 de marzo con el mitin de preparatorianos que buscaban detener la aprobación de las reformas que implicaba el alargamiento del periodo de estudios de las carreras, algo que no sucedió y que fueron reprimidos por la policía. En la rectoría estaba Antonio Castro Leal quien implemento una serie de medidas polémicas que no gustaron nada a los estudiantes, como el apoyo al director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Narciso Bassols de cambiar el sistema de evaluación por la de un sistema de exámenes orales, algo que contravenía el reglamento universitario que exigía la implementación de exámenes escritos. Es así que Castro Leal decide crear un estado de excepción para la Facultad de Derecho para que se pudiese implementar los cambio, algo que los estudiantes rechazaron y se fueron a las protestas, el problema es que no formaron un frente unido y cada quien se fue por su lado, facilitando que el gobierno reprimiera las manifestaciones y se amenazara con cerrar la facultad por un año si seguían los reclamos.

El conflicto sigue hasta mayo, una representación de los estudiantes trata infructuosamente de convencer tanto a las autoridades de la facultad, las universitarias y hasta el secretario de educación Ezequiel Padilla de dar marcha atrás a los cambios, pero reciben una respuesta poco conciliatoria. Para el 6 de mayo realizan una huelga que consistió en impedir el acceso a la facultad, provocando que el rector escalara el conflicto a la presidencia desde donde se anunció el cierre de la facultad hasta que los alumnos pararan sus demandas y con la amenaza de que si el conflicto persistía hasta el año siguiente se cerraría definitivamente. Los universitarios se reúnen para decidir el rumbo del movimiento y se establece el Comité de Huelga para intentar pedir la mediación del presidente, además de que fueron llamando a las demás facultades a que se sumasen a la iniciativa.

Para el 15 de mayo, el Consejo Universitario representado por connotados intelectuales como Alfonso Caso (director de la Escuela Nacional Preparatoria), Vicente Lombardo Toledano y Pedro de Alba cierran la postura de la rectoría y dictan la reducción de reconocimientos a dos por año y cambian las fechas de inscripciones, cancelando el arbitraje presidencial al señalar que tanto Gómez Arias, Salvador Azuela y otros lideres del movimiento eran simpatizantes del principal opositor al gobierno José Vasconcelos, con lo que aducen la penetración de intereses políticos ajenos y se toman medidas como el cierre de la Facultad de Derecho, la represión policiaca y expulsión y coacción de estudiantes de la ENP. EL 22 de mayo diez escuelas estaban en huelga y se encontraban protestando en las calles de la capital, especialmente en la sede de la SEP que termina en zafarrancho, en la Facultad de Medicina el rector Fernando Ocaranza evita que la policía entre y se pone de acuerdo con el jede de Departamento del Distrito Federal José Manuel Puig Casauranc para detener la acción, incluso Puig se entrevista con los lideres estudiantiles y ofrece su ayuda para servir como mediador con el gobierno.

El nivel de enfrentamiento que se llegó entre el gobierno y los estudiantes fue tal que el pliego petitorio quedo rebasado a las peticiones originales de echar las reformas educativas y sumaron la de subsanar todos los agravios, cancelar los arrestos, las expulsiones y el arresto de los funcionarios y policías que sirvieron para reprimirlos, pero sobre todo ya se habla de la necesidad de autonomía de la universidad como la clave para evitar que se siguieran dando roces con el gobierno. Gracias al apoyo de Puig Casauranc es que el gobierno empieza a considerar las demandas, por lo que el 27 de mayo se entrega al presidente un pliego petitorio en el que se pedía la destitución de los funcionarios de la SEP y la universidad, así como la modificación de los reglamentos y planes de estudio, peticiones que rechaza el presidente Emilio Portes Gil y que a cambio les propone otorgar a la universidad la autonomía para que fueran ellos los que resolvieran sus problemas. Entre el 4 de junio y el 10 de julio se hacen los movimientos legislativos para oficializar la autonomía de la universidad, así como la renuncia de los directivos universitarios para entregar las instalaciones a Daniel Cosió Villegas, terminando la huelga el 12 de julio para entregar la rectoría a Ignacio García Téllez, naciendo así la Universidad Nacional Autónoma de México.

Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.

Federico Flores Pérez.

Bibliografía: Pablo Serrano Álvarez. 1929, el año en que triunfaron los estudiantes, de la revista Relatos e Historias en México no. 78

Imagen: Hermanos Casasola. Movimiento estudiantil (Alejandro Gómez Arias arengando a los estudiantes) . Mayo de 1929.

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