Durante estas últimas décadas, en Canadá ha surgido un importante activismo por la reivindicación de los derechos de los grupos indígenas para poder tener las mismas oportunidades que los habitantes de origen anglosajón, francés y los demás grupos migrantes, pero sobre todo han revelado las escalofriantes acciones cometidas por el gobierno apoyado por la iglesia católica para asimilar a los indígenas en la sociedad canadiense mediante un verdadero genocidio cultural de su identidad, encerrando a los niños en internados para educarlos en el modo de vida occidental. Estas medidas resultaron un verdadero fracaso, sobre todo porque lejos de integrarlos provocaron que la gran mayoría de las personas egresadas de los internados salieran con serios problemas de identidad que los hicieron caer en adicciones que los sumergieron en la miseria, además se ha revelado la serie de abusos tanto psicológicos como sexuales a los que eran sometidos por parte de los sacerdotes y maestros de los internados que les dejaron serias secuelas en su personalidad, incluso se han llegado a encontrar en los terrenos de los internados entierros clandestinos de niños muertos por las duras condiciones en que vivían. Estas revelaciones tendrían como resultado una mayor indignación por parte de los activistas y ha provocado que los manifestantes se fueran a atacar a las iglesias quemándolas en forma de venganza, siendo necesario que el papa Francisco realizase una visita pastoral para ofrecer disculpas en nombre de la iglesia por las acciones de sus miembros y comprometerse a reparar el daño a las víctimas ¿Pero cómo inicio esto?
Norteamérica se caracteriza por tener climas fríos debido a sus cercanías con el Polo Norte, siendo sus principales ecosistemas tanto las tundras, los bosques templados y las praderas, estas condiciones hicieron que los primeros pobladores adoptasen como medio de vida la organización en sociedades nómadas, seminómadas o aldeanas en lugares que ofrecían oportunidad para desarrollar una agricultura limitada o una caza abundante, haciendo con ello que los territorios de Canadá, Alaska y una parte importante de Estados Unidos se mantuviese muy poco poblado. Los principales grupos indígenas que residen en Canadá tenemos a los inuit en el Círculo Polar Ártico, los atapascanos en el noroeste (los apaches y navajos pertenecen a esta familia), la Costa Noroeste del Pacifico sería un área cultural importante habitado por los haida y los tlingit principalmente, la familia salish en la Meseta de Columbia y la familia principal que se asienta en el resto del territorio oriental y baja hasta la costa este estadounidense serian los algonquinos. Todas estas familias lingüísticas se dividen entre diferentes grupos indígenas que tenían una relación muy compleja entre si de disputas e intercambios a lo largo de su historia, lamentablemente el conocimiento de este pasado se limita a las evidencias arqueológicas y a lo que queda de la tradición oral de las tribus que sobreviven al día de hoy.
Sería la isla de Terranova uno de los primeros lugares americanos a donde llegaron por primera vez los exploradores europeos, siendo los pioneros los vikingos quienes en sus rutas marítimas subieron por Islandia para de ahí llegan a Groenlandia y de ahí bajaron al territorio que nombraron como Vinland por el año 1000 y conducidos por Leif Eriksson, fundando unos cuantos asentamientos de los cuales se ha encontrado el conocido como L’ Anse aux Medaws. Como básicamente solo se trató de asentamientos de campesinos sin la presencia de ejércitos vikingos, los cuales estaban peleando a lo largo de Europa, la presencia vikinga solo se limitó a unos pocos años terminándose con el deterioro de las relaciones con los algonquinos y con el asesinato de los colonos, por lo que la única referencia existente sobre la llegada vikinga eran las sagas islandesas que tenían un acceso muy limitado. El recuerdo sobre Vinland quedaría en el olvido ya que nadie tuvo el interés por regresar a colonizar, pero seria hasta el siglo XIV cuando la industria ballenera empieza a ver la importancia de los mares del norte y los vascos serian los principales cazadores que llevarían la batuta de las rutas marinas, llegando tanto a Terranova como a la península de Labrador a inicios del siglo XVI, siendo oficialmente su descubridor el genovés Juan Caboto por parte de Inglaterra hacia 1497, hay especulaciones sobre si Cristóbal Colon pudiera haberse informado por parte de los balleneros vascos sobre la posibilidad de encontrar tierras al otro lado del Atlántico, pero de momento no hay ninguna prueba en concreto.
Durante las noticias del descubrimiento de América y posterior repartición de mundo entre España y Portugal con el Tratado de Tordesillas, la línea divisoria paso muy cerca de Terranova y con ello los portugueses hubieran tenido derecho de colonizar el norte, pero no fue así y la costa seria visitada constantemente por los marinos vascos, aunque nunca se asentaron o pretendieron colonizar aquellos territorios (aunque si surgió una lengua mestiza de vasco y algonquino que se extinguió por el siglo XVIII). Dado el fracaso español por someter a los pueblos de las riveras del Mississippi y la precaria situación de los asentamientos de La Florida, la costa este quedaría como un territorio relegado del interés español, pero los que si se interesaron a pesar de la falta de oro o de pueblos indígenas a los que se les pudiese cobrar tributo fueron los ingleses y franceses, siendo los últimos quienes tendrían una mayor presencia en el actual territorio canadiense gracias a la exploración de Jacques Cartier en 1534 en la búsqueda de la ruta norte hacia China y del mítico reino de gente rubia de Saguenay (posible recuerdo indígena de los asentamientos vikingos) y con ello dio lugar al establecimiento de relaciones con los indígenas de la zona, esto serviría de base para el establecimiento definitivo de los francés con Samuel de Champlain quien funda Quebec décadas después y explora de los Grandes Lagos, posteriormente la exploración de La Salle que baja de los Grandes Lagos por todo el rio Mississippi y la fundación en las orillas de la ciudad de Nueva Orleans termina por conformar el territorio de Nueva Francia, colonia que siempre tuvo el problema de no contar con el interés de los franceses para migrar allá.
A pesar de que el dominio francés era precario por su mínima presencia reducida a los puestos fundados, tendrían a su favor el trato cordial y la red de alianzas que tejió sobre diferentes tribus indígenas, lo que también le trajo la animadversión de otros por haber establecido relaciones con sus enemigos como fue el caso de los iroqueses quienes eran enemigos de los hurones, por lo que se formaría además una cadena de comercio donde el principal activo eran las pieles donde surge una clase de colonos dedicados a la caza y a las relaciones con los indígenas para comerciar conocidos como los coreaur de bois. Otra de las herramientas usadas por Francia para controlar aquellos territorios fue con el impulso de las misiones jesuitas, quienes durante los siglos XVI y el XVII tuvieron el apoyo de la corona para evangelizar y establecer reducciones, iniciativa que tendría éxito y logra mantener la coerción de las alianzas de los indígenas.
No solo los franceses se establecen en Canadá, sino que los ingleses también entran en el territorio pero de forma diferente, irónicamente fue gracias a dos coureaur de bois ignorados quienes le ofrecen un proyecto para establecer una compañía comercial al gobernador de Boston como inicia la presencia británica en la zona, fundándose la Hudson Bay Company en 1669 donde los ingleses pudieron acceder a las pieles canadienses a través del trueque con los indígenas en los territorios mas al noroeste de los franceses conocido como la Tierra de Rupert. La presencia inglesa fue visto como una amenaza por los franceses y empiezan a estallar una serie de conflictos donde las respectivas naciones indígenas aliadas peleaban sus batallas para ganar sus zonas de influencia, empezando por la llamada Guerra de los Castores en 1650 entre los hurones y los iroqueses, la expulsión de los comerciantes de la HBC por los franceses en 1686, la Guerra del Rey Guillermo a finales de siglo XVII, la Guerra de la Reina Ana en los primeros años del siglo XVIII donde los ingleses conquistan Acadia, la Guerra del rey Jorge en la década de los 40 donde Francia recupera algunos territorios y finalmente la Guerra franco-india de 1754 a 1763 la cual supuso el final de la presencia francesa en Norteamérica.
Este panorama se vería ensombrecido rápidamente con la independencia de las Trece Colonias para conformar los Estados Unidos, obligándose a dar hogar en territorio canadiense a los lealistas expulsados por los estadounidenses y a resolver a finales del siglo XVIII y principios del XIX la definición de la frontera, pero también trajo un cambio en la forma de hacer las cosas para evitar el mismo destino como la reforma de John George Lambton, duque de Durham, quien sentó las bases de la democracia y la autonomía canadiense. Es en el siglo XIX donde vamos a ver un punto y aparte en la forma de dominación británica, mientras en los siglos XVII y XVIII el control mantenido en ultramar era precario y dependiente de la iniciativa privada, con su ascenso como la potencia de ultramar gracias a la decadencia de España, la invasión napoleónica a Europa y el ascenso de la influencia en India como se logró sobreponer del descalabro de la independencia de EU, conjuntándose todo ello con el ascenso de la reina Victoria para conformar la época dorada del imperialismo británico en la llamada era victoriana. Esto traería consigo un discurso supremacista donde se hacía hincapié en la superioridad de la cultura occidental sobre el resto de los pueblos, por lo que el imperio se vio con el derecho de llevar la “luz de la civilización” sobre el resto de los pueblos que Vivian en el atraso, empezando una campaña evangelizadora por todos sus dominios y en territorios a conquistar como la África subsahariana, si bien las regiones musulmanas y en la India esta iniciativa cayo en el fracaso y tuvieron que aceptar gran parte de sus tradiciones, en lugares donde no había grandes estados como en Canadá, Australia y África serían las ideales para llevar acabo su proyecto redentor.
A partir de la década de los 40 del siglo XIX es cuando el gobierno canadiense empieza a ver como opción la asimilación de los pueblos indígenas al orden victoriano mediante la creación de escuelas donde se les enseñaría los conocimientos básico, pero seria hasta 1876 cuando se legisla la “Ley india” para definir la posición de los indígenas dentro de la nación, pero en los años posteriores el gobierno vería con buenos ojos el sistema de los orfanatos industriales implementados en EU bajo el sistema de la Carlisle Indian Industrial School donde se forzaba a las tribus a llevar a todos sus hijos para educarse. La filosofía de aquello colegios era “matar al indio para salvar al hombre”, implicando la desaparición de cualquier rastro que representase a las culturas nativas desde el idioma hasta sus tradiciones, siendo fundamental que los orfanatos se localizasen lo mas lejos de las comunidades para que los padres no los contaminasen y en colaboración con el gobierno trabajaron las iglesias, participando tanto la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, la Iglesia Unida de Canadá (protestante) y los presbiterianos.
Se hizo obligatorio el llevar a los niños aquellos internados, haciendo que los agentes del gobierno llegasen a las comunidades a arrebatarlos de sus padres (algunas familias lograban esconderlos) para que residiesen de los 8 a los 15 años, la visita de las familias de los hijos estaba muy controlada y se les obligaba a hablar solamente en inglés, pero por lo regular los institutos ponían todas las trabas posibles por impedir un mayor contacto entre los niños con sus padres. Un grave problema fue el del financiamiento, provocando con ellos deficiencias tanto en lo educativo y sobre todo en la manutención de los niños, siendo común que estuvieran mal vestidos y mal alimentados, provocando que fueran muy susceptibles a las enfermedades y causando una gran mortandad que en estos años ha sido descubierta con las fosas comunes ocultas en las instalaciones. Según los testimonios de muchos de los sobrevivientes, indican que los métodos para educar a los niños eran brutales, recurriendo a la violencia para hacer que dejen de hablar sus respectivas lenguas e incurriendo a castigos humillantes, ni que decir los diferentes testimonios de abusos sexuales cometidos por los maestros y sacerdotes con los niños.
Este sistema seguiría en pie sin mucha resistencia hacia sus acciones, seria en las décadas de los 40 y 50 del siglo XX cuando se empiezan a conformar las organizaciones indígenas apoyados por académicos quienes señalaban las deficiencias de este sistema y las consecuencias de los egresados, por lo que el activismo indígena se fue haciendo cada vez mas virulento para obligar al gobierno a cerrar los internados. Conforme se iban dando a conocer los testimonios de los indígenas educados en ellas la presión sobre el gobierno se fue incrementando y a partir de la década de los 60 se empiezan a cerrarse poco a poco los 130 internados por donde pasaron cerca de 150,000 niños, llegándose a cerrar el ultimo hasta 1998. Los efectos son palpables en la imposibilidad por parte de los indígenas asimilados de reestablecer sus lazos con sus familias, sumado a la deplorable educación provocaron que buena parte de ellos tuviesen un futuro incierto condenándolos a la miseria, sumado a los traumas psicológicos por los abusos infringidos han hecho que muchos sean proclives a los vicios. Con el paso de las décadas, tanto las instituciones religiosas como el gobierno han ofrecido sus disculpas a las naciones originarias, de donde todavía quedan muchos sobrevivientes que sufren las consecuencias de aquella política, de ahí que el papa Francisco decidiese poner a la venta numerosas propiedades como la catedral de San Juan de Terranova y otras iglesias para pagarles sus indemnizaciones, si bien es imposible que con ello puedan reparar el daño propinado, ha tenido como resultado una mayor toma de conciencia hacia una relación más sana con los indígenas y con cualquier pueblo del mundo.
Gracias por su atención y los espero en la siguiente lectura.
Federico Flores Pérez.
Imagen: Anónimo. Alumnos de la St. Paul Indian Industrial School, en Manitoba, 1901.